El nuevo retail se construye en el edge

  • Opinión
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El sector retail acelera su transformación tecnológica para responder a un consumidor más dinámico, garantizar experiencias personalizadas y reforzar su resiliencia ante un entorno de ciberamenazas cada vez más sofisticado.

Por Eduardo Martínez - RVP Sales SE, ME & Israel de Fastly

 

El sector retail, al igual que casi todas las demás industrias, experimentó una aceleración en su transformación digital a raíz de la pandemia y el cambio súbito hacia una estrategia digital-first. Desde entonces, el e-commerce ha evolucionado de ser una solución táctica a convertirse en un pilar estratégico para los minoristas. Pero hoy, la prioridad va más allá de la mera transacción online, el retailer busca construir relaciones más profundas y duraderas con los clientes: recomendaciones personalizadas, valoraciones, contenidos relevantes o promociones adaptadas forman parte de una experiencia cada vez más rica y centrada en el usuario. Aunque la mayoría de las marcas ha logrado una presencia multicanal —que combina tienda física, web y apps—, aún queda camino para alcanzar un verdadero modelo omnicanal, donde el customer journey sea fluido y coherente independientemente del canal. Por otra parte, el mercado está experimentando un nuevo estilo de consumo más dinámico, especialmente de las generaciones más jóvenes, —donde se alquila en lugar de comprar, se decide desde el móvil y se espera inmediatez. En paralelo, el sector afronta un panorama de ciberamenazas cada vez más sofisticado que obliga a reforzar la protección de las experiencias digitales sin comprometer su velocidad ni calidad. Todo esto, está obligando al retail a repensar su estrategia tecnológica. Ya no basta con tener presencia online: hay que ser capaz de detectar cambios en la demanda en tiempo real, personalizar cada interacción y responder de forma instantánea. Esto solo es posible con tecnologías que operan cerca del usuario, que permitan procesar datos al momento, ofrecer recomendaciones relevantes, y mantener la seguridad sin comprometer el rendimiento. El edge cloud y la seguridad avanzada son dos aliados estratégicos para convertir la capacidad de adaptarse con velocidad en una ventaja competitiva. Veamos cómo.

 

Trabajar a mayor escala y más rápido

El edge cloud ha evolucionado a partir del modelo tradicional de CDN, incorporando nuevas capacidades que la convierten en un entorno ideal para ejecutar no solo contenido estático, como imágenes o archivos CSS, sino también lógica de aplicación y procesos más complejos directamente en el perímetro de la red. Esto permite acercar la inteligencia de las aplicaciones al usuario final, lo que se traduce en tiempos de respuesta más rápidos y experiencias más fluidas.

Para los minoristas online, esto representa un salto enorme. Durante la última década, han tenido que dividir sus aplicaciones en microservicios alojados en diferentes proveedores cloud, lo que implicaba mayor complejidad y dependencia. Hoy, todos esos componentes pueden ejecutarse en el edge, lo que reduce la latencia, mejora el rendimiento y, en última instancia, contribuye a aumentar las ventas al operar más cerca del cliente.

Los últimos años han demostrado que el comercio compite en un entorno volátil e impredecible, y debe mantenerse flexible, listo para adaptarse en un instante si quiere seguir siendo competitivo y responder a las exigencias de los consumidores. Las CDN tradicionales requieren más tiempo para realizar cambios o despliegues, lo que limita la agilidad. En cambio, el edge cloud ofrece a los desarrolladores herramientas automatizadas y flexibles, que les permiten centrarse menos en tareas operativas y más en innovar y responder a las nuevas necesidades del cliente con rapidez y eficiencia.

 

La seguridad siempre en mente

Las consecuencias de un incidente de ciberseguridad van mucho más allá de una interrupción puntual o de un número de ventas perdidas. En el sector retail, donde se trabaja con márgenes ajustados y bajo una presión constante, una interrupción sostenida —especialmente en grandes enseñas con sistemas heredados y, al mismo tiempo, con unas altas expectativas por parte de sus clientes— puede afectar seriamente a la fidelidad y a los ingresos. Además, el impacto reputacional y la pérdida de confianza del consumidor pueden prolongarse durante meses, afectando no solo a las operaciones, sino también a la percepción de marca y a la estabilidad del negocio.

Por ejemplo, en España, las empresas del sector retail tardan de media 6,4 meses en recuperarse por completo de un incidente de seguridad —un 26?% más de lo previsto—, lo que supone una carga inesperada para los presupuestos a corto plazo. Pero más allá del impacto económico inmediato, esta cifra pone en evidencia una carencia estructural: muchos minoristas no están lo suficientemente preparados en términos de planificación de recuperación y continuidad operativa. De hecho, a pesar del gasto adicional (11% previsto), más de la mitad de los responsables de ciberseguridad encuestados (52%) considera que el panorama de amenazas cada vez más sofisticadas sigue sin prepararlos para hacer frente a futuros ataques.

La ciberresiliencia debe considerarse una prioridad estratégica a largo plazo, y no solo un asunto tecnológico. Esto implica integrar la recuperación en el núcleo de la infraestructura, planificar la continuidad operativa y asegurar que la seguridad esté incorporada en todos los equipos. No hacerlo supone el riesgo de que un incidente cibernético se convierta en una crisis empresarial prolongada.

 

Agilidad para reducir costes

Mientras las CDNs continúan siendo esenciales para operaciones globales, el edge cloud se presenta como una alternativa estratégica, al combinar agilidad y menores necesidades de inversión en infraestructura. Permite ahorrar en ancho de banda y almacenamiento, reducir la carga sobre los servidores y minimizar los costes de mover datos fuera de la nube central. A diferencia de las CDNs tradicionales, el edge cloud ofrece un alto ratio de aciertos en caché y baja latencia, gracias a la capacidad de purgar contenido al instante y garantizar que la información siempre esté actualizada. Cuanto más contenido se gestione en el perímetro, mayores son los ahorros en infraestructura y ancho de banda. Esto cobra especial relevancia en la entrega de imágenes para escaparates virtuales, donde el edge cloud permite ofrecer experiencias de compra online optimizadas para cada dispositivo, conexión y ubicación, combinando calidad de servicio y eficiencia de costes.

Todos esto datos nos hacen pensar que nunca ha habido un mejor momento para que los retailers aceleren su transformación digital y respondan de forma directa a las necesidades de sus clientes. Quienes se adapten mantendrán márgenes estables, mientras que quienes no lo hagan se enfrentarán a dificultades crecientes.

En este contexto, el edge cloud se convierte en un elemento esencial: permite a los desarrolladores ampliar y adaptar aplicaciones según las necesidades de los clientes y resolver retos específicos, impulsando una experiencia de usuario personalizada que impacta directamente en las ventas.

Fomentar la capacidad de construir y experimentar es un principio fundamental en Fastly. Al permitir que los desarrolladores se concentren en lo que mejor saben hacer, los retailers  pueden ampliar y adaptar sus aplicaciones alineándolas con las necesidades de sus clientes, resolviendo retos únicos con funcionalidades específicas.

Y lo más importante es que esta capacidad de empoderar a los desarrolladores, dará lugar sin duda, a una experiencia de usuario superior y personalizada, que impactará positivamente en las ventas online.