El talón de Aquiles de cloud: por qué depender de un único proveedor es un riesgo estratégico
- Opinión
Hace menos de dos semanas, uno de los principales proveedores cloud del mundo sufrió una caída masiva que interrumpió servicios de mensajería, operaciones financieras y sistemas internos de grandes compañías. Ayer, otro gran actor global registró una nueva interrupción con impacto similar.
Por Patricia Palud, Cloud Account Manager de Alhambra IT.
Estas incidencias, deberían encender una alerta en los equipos TI: no estamos ante fallos puntuales, sino ante síntomas de un modelo con fisuras estructurales.
Durante años, muchas organizaciones han apostado por arquitecturas monocloud que priorizan escalabilidad y agilidad operativa. Este modelo, centralizado, altamente automatizado y basado en un único proveedor, ha permitido avanzar rápidamente en digitalización. Pero también ha generado nuevas formas de dependencia.
La automatización ha reducido errores, sí. Pero también ha elevado el riesgo de fallos sistémicos. Cuando se produce un incidente en una infraestructura hiperoptimizada y concentrada, su alcance no es local ni aislado. Es global. Y afecta a múltiples servicios simultáneamente.
La pregunta no es si estas caídas volverán a ocurrir. La pregunta real es: ¿qué impacto tendrán cuando vuelvan a ocurrir?
Muchas organizaciones descubrirán entonces que su resiliencia no está diseñada, sino asumida. Que su dependencia es mayor de lo previsto. Que sus datos están bloqueados por servicios propietarios. Que no existe un plan de salida viable. O simplemente, que no tienen un entorno capaz de operar en un modo degradado.
Diseñar para resistir debería ser parte esencial de toda estrategia cloud. Y eso implica repensar varios aspectos clave:
- La posibilidad de distribuir cargas entre múltiples regiones o proveedores.
- La portabilidad tecnológica y contractual.
- La soberanía del dato, especialmente en sectores regulados.
- La claridad del soporte y la visibilidad operativa en caso de incidente.
La resiliencia no se improvisa, se construye. No se trata de abandonar la nube pública, ni de elegir un proveedor sobre otro. Se trata de asumir que ningún actor —por grande que sea— puede garantizar una continuidad total si el diseño no contempla el fallo como posibilidad real.
Y si tu plataforma soporta procesos críticos, esta reflexión no es técnica. Es estratégica.