¿Cuánto puede ahorrar una empresa mejorando el rendimiento de sus TI?

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Grandes consumidoras y desarrolladoras de software, con entornos de TI complejos y heredados que no siempre les aportan los resultados que desean. Es una característica bastante común entre las empresas de mayor tamaño en nuestro país, muchas de las cuales “renuevan el 50% de su software cada año”, explica Ángel Pineda, CEO de Orizon, empresa alicantina dedicada a mejorar el rendimiento de las infraestructuras tecnológicas. “Las grandes compañías desarrollan grandes cantidades de aplicaciones, pero se enfrentan a cuatro retos: la lentitud, la falta de tiempo, los costes de la infraestructura y los fallos”.

Según los datos de Orizon, el sistema bancario español asumió unos sobrecostes equivalentes al 15% de sus inversiones en tecnologías de la información durante 2018 por problemas e ineficiencias ocultos de sus sistemas informáticos. La propuesta de este proveedor es reducir ese sobrecoste gracias a una tecnología, de nombre BOA y de desarrollo propio, que aporta una visión global de todos los sistemas e infraestructuras tecnológicas de una empresa, así como la implantación progresiva de un sistema de calidad de las aplicaciones. La plataforma BOA, en la que han invertido 2 millones de euros, está dotada de inteligencia artificial y automatización, y “vigila el 100% de los procesos, transacciones y otros elementos tecnológicos de manera constante, detectando aquellos que afectan al negocio y planteando posibles escenarios globales de mejora o de ahorros por franja horaria o tipos de aplicación”, explican desde la organización. Aún más, sus algoritmos de detección y resolución automática son capaces de abordar las 50 casuísticas más comunes en el 80% de los problemas de las infraestructuras tecnológicas.

“Nuestro negocio está en la mala calidad del software”, apuntó José Manuel Desco, director general de la compañía, durante un almuerzo con la prensa en Madrid; “mejoramos las transacciones entre un 40 y un 50% y el tiempo de respuesta en esas mismas cifras o superiores”. “Nos dedicamos principalmente al diagnóstico, a saber qué aplicación es la que está generando ese coste de la infraestructura. Pero no a resolver, para eso están los contratos con los desarrolladores e integradores. Hoy, el 15% de lo que se desarrolla no se pasa por garantía”.

El posicionamiento de la firma es, según apuntan sus directivos, único. “No nos dedicamos a leer el código fuente y a decir qué está mal”, destacó Pineda. “Existen herramientas de gestión del rendimiento de las aplicaciones y las infraestructuras que detectan problemas, pero no dan las razones por las que se está produciendo. Vamos más allá de las malas prácticas del código”.

Y es un planteamiento que les funciona. Con 20 empleados y 13 clientes (12 de ellos cotizando en el  IBEX), Orizon facturó 1,2 millones de euros en 2019 y se ha planteado agresivos objetivos: alcanzar los 3,3 millones de euros este 2020 y ascender a 13 millones en 2022. Para ello, se ha fijado en las organizaciones que gastan en TI entre 300 y 400 millones de euros anuales; es decir, su campo de actuación son unas 140 empresas en España. Entre ellas, las del sector bancario, con las que ya trabaja en 3 de los 5 grandes bancos de nuestro país: “gestionamos 500 millones de procesos de negocio en el sector bancario”. También en el sector retail y utilities se volcará la compañía en estos años para cumplir con su plan de crecimiento; en estos segmentos y en la confianza de su éxito, ya que muchos contratos no se cobran hasta que los resultados han sido demostrados. “Esperamos llegar a más clientes y ofrecer más servicios a nuestros clientes. Confiamos en la recurrencia y en el éxito de nuestra tecnología. No tenemos competencia”, concluyó Desco.