Reino Unido desoye las amenazas de Trump y continuará con su estrategia para implantar un impuesto digital

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A pesar de la actitud que está tomando el gobierno de Donald Trump con respecto al impuesto francés a las tecnológicas, Boris Johnson, Primer Ministro del Reino Unido, no va a echarse atrás en sus aspiraciones de imponer un impuesto digital a las grandes tecnológicas extranjeras, principalmente estadounidenses.

 La administración norteamericana acaba de imponer duras condiciones al comercio de productos clave para la economía de Francia, y se ha jactado de que tiene más medidas similares previstas, amenazando veladamente tanto a este país como a otros que quieran gravar más los negocios de las empresas de su país.

Pero Reino Unido parece que no se está dejando impresionar y su Primer Ministro, Boris Johnson, ha afirmado que seguirá adelante en su estrategia para imponer un impuesto digital a estas grandes empresas, cuya influencia y volumen de negocio no para de crecer, mientras que apenas pagan impuestos en los países en los que operan. Por su parte, el presidente de Estados Unidos trata de plantar cara a esta actitud, cada vez más compartida por diferentes países del ámbito europeo, a través de amenazas veladas y no tan veladas.

Durante la última cumbre de la OTAN, celebrada la semana pasada, el Gobierno de Estados Unidos destacó que "hemos impuesto impuestos al vino y tenemos otros impuestos programados”. Añadió que prefieren no hacerlo, pero que es así como lo harán. Y, si no, negociarán un impuesto compartido. Semejante desfachatez está causando una oleada de críticas y de rechazo generalizado entre los miembros de la Comunidad Europea, y Boris Johnson, más allá de las cuestiones relativa al Brexit, ha decidido alinearse con el sentir de la mayoría de europeos.

"Sobre el impuesto a los servicios digitales, creo que debemos analizar el funcionamiento de las grandes compañías digitales y los enormes ingresos que tienen en este país y la cantidad de impuestos que pagan”. Añadió que “Necesitamos resolver eso. Necesitan hacer una contribución más justa”. Además, esta línea de acción forma parte del programa electoral del Partido Conservador, al que pertenece, y se ha comprometido a imponer un impuesto digital sobre los ingresos de estas grandes compañías si gana las próximas elecciones. Esta medida obligaría a pagar un mero 2% de los beneficios obtenidos en el país por las empresas que generen unos ingresos de al menos 500 millones de libras anuales.