La inestabilidad económica hace mella en las grandes telecos: así responden a la crisis

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El vaivén de aceleración y desaceleración económica por la gestión de la crisis sanitaria ha enfriado el mercado de las telecomunicaciones, según de un estudio de everis, que analiza su respuesta y las oportunidades que tienen las operadoras en el horizonte.

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Como el resto de sectores, el de las telecomunicaciones también se resiente de la crisis económica, aunque en un principio se consideró uno de los sectores menos afectados por la naturaleza de su negocio y por una previsión de mayor consumo. Pasados los meses, según este informe de everis, “los diferentes vectores de impacto, sumado a los cambios en el modelo de consumo y en el mercado, han hecho que las principales operadoras hayan acometido históricas reducciones de hasta un 30% en tarifas que combinan fibra, fijo, móvil y TV para copar un mercado hiper-competitivo en los últimos años”, bajadas que, de acuerdo los datos de la firma, tienen una componente estructural que no va a variar significativamente en el futuro y otra parte temporal con carácter provisional.

Esta ha sido una de las respuestas a tener que hacer frente a costes operativos más elevados y menos ingresos, derivados tanto de las restricciones actuales que limitan la movilidad y la actividad económica, así como a un incremento de la morosidad por las consecuencias de la pandemia en las economías de las familias. Según explica el documento, “las operadoras han reaccionado y se han protegido con prácticas de mercado más agresivas en cuanto a la captación y fidelización de los clientes, que redunda en una menor rentabilidad. Por otra parte, las compañías tienen que asumir unos mayores costes operativos derivados de la necesidad de establecer protocolos que garanticen la seguridad en las oficinas y en las actuaciones en casa de los clientes”, subraya el documento.

Pese a la actual situación, las principales operadoras tiene la oportunidad de mitigar los efectos de la crisis económica y sanitaria y trazar una ruta que les ayude a elevar la rentabilidad actual del negocio mediante su transformación externa y la transformación interna.

En lo que respecta a la transformación externa, se trata de hacer propias las nuevas tendencias del mercado, facilitando el crecimiento de negocio mediante la digitalización del resto de sectores productivos y atendiendo a las nuevas demandas que ha generado la nueva realidad. Esto se lleva a cabo incorporando a sus catálogos productos y servicios de terceros, realizando una gestión unificada y omnicanal  para ser más eficientes, ajustando así sus costes operativos. Al mismo tiempo, mejoran la experiencia del cliente  lanzando campañas que permitan captar mediante ofertas personalizadas con servicios selectivos y opciones flexibles de pago que minimizan la morosidad tanto en B2B como en B2C.

En lo que se refiere a la transformación interna, se han identificado cuatro caminos principales, que pasan por garantizar la supervivencia de las contratas, aprovechando los despliegues de fibra y 5G; desarrollar un nuevo modelo productivo hacia un sistema mixto presencial y remoto; establecer nuevos modelos de comercialización de sus infraestructuras a terceros, haciendo valer su condición de generador de empleo y riqueza y, finalmente, aumentar la creación de contenido propio, siguiendo las demandas de los clientes.

Los autores también hacen hincapié en que la mayoría de los sectores de actividad, clientes de las operadoras, tienen la obligación de transformarse y digitalizarse, y esto genera nuevas oportunidades de negocio para el sector, ya que “las operadoras cuentan con las capacidades tecnológicas y los servicios para llevar a cabo estas digitalizaciones”. Por eso, tendrán “un papel fundamental en la recuperación del resto de sectores”, dicen.