Así deben prepararse los operadores de centro de datos para soportar las olas de calor globales

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Repasamos las recomendaciones que Vertiv, proveedor de soluciones de continuidad e infraestructura digital crítica, ha emitido para garantizar las operaciones de los centros de datos antes las olas de calor extremo.

Las olas de calor de récord han acaparado muchos titulares este verano y, más allá del impacto en las vidas humanas, el calor extremo está pasando factura a las operaciones e infraestructuras de los centros de datos, desde los cortes e interrupciones producidos en Reino Unido hasta la reducción de la producción en las centrales eléctricas de Francia, pasando por la preocupación por el uso del agua en las zonas afectadas por la sequía en todo el mundo. "Si algo está claro es que debemos estar preparados para que estas condiciones meteorológicas extremas sean cada vez más habituales, por lo que adaptarse a esta inevitabilidad es crucial", ha subrado Karsten Winther, presidente de Vertiv en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).

La compañía ha reunido una serie de recomendaciones que los operadores de centros de datos deberían aplicar de forma inmediata para mantener los sistemas refrigerados. Así, explican que, dependiendo de la carga de la sala de datos, mantener en funcionamiento tantas unidades como sea posible para reducir la carga de cada unidad de refrigeración. Normalmente, una organización haría funcionar todas las unidades redundantes, pero si la carga de TI no es del 100%, habría que hacer funcionar suficientes unidades para acercarse lo más posible a la unidad de refrigeración. Esto mantiene las presiones del refrigerante más bajas para que no haya riesgo de picos por alta presión con la elevada temperatura ambiente. También proporciona un punto de funcionamiento más eficiente.

Por otro lado, sus expertos aconsejan programar un plan de mantenimiento regular. Para las unidades basadas en compresores (DX), la limpieza debería ser trimestral y más frecuente de las bobinas del condensador. La falta de una limpieza adecuada y periódica de la bobina del condensador puede provocar una mayor reducción de la capacidad global de la unidad de refrigeración que la propia temperatura ambiente. Además, el mantenimiento adecuado del nivel de carga de refrigerante ayuda a que la capacidad de diseño y la eficiencia operativa funcionen sin problemas. Una carga de refrigerante demasiado baja o demasiado alta puede causar ineficiencias operativas.

A medida que el planeta siga calentándose y la crisis climática se intensifique, los fenómenos de calor extremo serán aún más frecuentes. Por ello, las acciones a corto plazo tendrán que ir acompañadas de cambios sistémicos a más largo plazo, que pasa, entre otras medidas, por reevaluar la planificación del espacio en las cubiertas de los edificios y diseñar las infraestructuras de los centros de datos para que soporten mayores cargas de calor, replanteando la ubicación de los sistemas de infraestructura, además de la capacidad.

Sus especialistas también destacan estas buenas prácticas de acción a largo plazo:

-- Considerar diferentes tipos de sistemas de refrigeración, incluida la refrigeración por inmersión, la refrigeración sin agua y los sistemas de freecooling evaporativo diseñados para ofrecer fiabilidad y eficiencia en entornos de altas temperaturas.

-- Si se confía en las células solares como fuente de energía, hay que tener en cuenta la reducción de la eficacia de las células solares a medida que aumenta la temperatura ambiente.

-- En lugar de basarse únicamente en datos históricos para determinar la capacidad de los centros de datos, utilizar el modelado predictivo.