La Comisión Europea habla ya de la PSD3: revisará la actual Directiva de Servicios de Pago

  • Actualidad

Normativa

La Comisión Europea propone proteger más al consumidor y establecer más controles para evitar fraudes en los pagos electrónicos. El Ejecutivo Comunitario modernizará para ello la actual Directiva de Servicios de Pago (PSD2), que pasará a ser PSD3, y también establecerá un marco para gestionar el intercambio de datos de clientes en el sector financiero.

La Comisión Europea ha presentado hoy propuestas para llevar los pagos y el sector financiero en general a la era digital. Las nuevas reglas de hoy mejorarán aún más la protección del consumidor y la competencia en los pagos electrónicos, y permitirán a los consumidores compartir sus datos de manera segura para que puedan obtener una gama más amplia de mejores y más baratos productos y servicios financieros. Estas propuestas sitúan en el centro los intereses de los consumidores, la competencia, la seguridad y la confianza.

Dice la Comisión Europea que los servicios de pago ha cambiado significativamente en los últimos años, con el aumento de los pagos electrónicos, la entrada de nuevos proveedores que ofrecen servicios de banca abierta y empresas de tecnología financiera (fintech). Al mismo tiempo, también han surgido tipos de fraude más sofisticados, que ponen en riesgo a los consumidores y afectan la confianza.

En respuesta al nuevo escenario, ha propuesto dos conjuntos de medidas. Por un lado, se va a revisar la la actual Directiva de Servicios de Pago (PSD2) que pasará a ser PSD3 y se establecerá, además, un Reglamento de Servicios de Pago (PSR). Con ellas, se quiere combatir y mitigar el fraude en los pagos, al permitir que los proveedores de servicios de pago compartan información entre ellos sobre el fraude, aumentar la conciencia de los consumidores, fortalecer las reglas de autenticación de los clientes o ampliar los derechos de reembolso de los consumidores que son víctimas del fraude, entre otras medidas.

La Comisión plantea, además, ampliar el derecho a indemnización, de modo que el cliente sea compensado si falla esta verificación y tenga derecho a recuperar todo su dinero si es víctima de una suplantación de identidad, sujeto a condiciones como presentar una denuncia ante la policía o que no haya una "negligencia grave" de su parte, por ejemplo, que haya caído más de una vez en la misma estafa.

También propone mejorar la transparencia sobre los posibles cargos cuando se saca dinero de un cajero o sobre el tipo de cambio aplicado en transferencias fuera de la UE, así como acelerar el desbloqueo de fondos cuando se efectúe una retención y que las sumas retenidas sean proporcionales al coste final que se espera.

Al mismo tiempo que protege los derechos de los clientes, también tiene como objetivo ofrecer una mayor variedad de proveedores de servicios de pago en el mercado.

Desde el punto de vista sectorial, la propuesta tiene como objetivo ofrecer una mayor variedad de servicios de pago en el mercado. En este sentido, busca "igualar aún más el campo de juego entre bancos y entidades no bancarias, en particular permitiendo que los proveedores de servicios de pago no bancarios accedan a todos los sistemas de pago de la UE, con las garantías adecuadas, y garantizando los derechos de esos proveedores a una cuenta bancaria".

Bruselas pretende mejorar el funcionamiento de la banca abierta, eliminando los obstáculos restantes para brindar servicios bancarios abiertos y mejorando el control de los clientes sobre sus datos de pago, permitiendo que nuevos servicios innovadores ingresen al mercado.

La nueva norma endurecería las condiciones bajo las que los bancos pueden rechazar abrir una cuenta a estas empresas.

En este sentido, la Comisión presentó una segunda propuesta para regular el acceso a los datos financieros de los usuarios que prevé que los bancos tengan que compartir esta información con otros usuarios, como otras instituciones financieras o "fintech", pero estipula que el cliente tenga que dar su consentimiento expreso para ello.

Esto implicará un reforzamiento de las normas de acceso a los datos financieros. En este sentido, la Comisión ha pressentado una segunda propuesta para regular el acceso a los datos financieros de los usuarios que prevé que los bancos tengan que compartir esta información con otros usuarios, como otras instituciones financieras o fintech, aunque el cliente tendrá que dar su consentimiento expreso para ello.