“Los agentes de IA no vienen a sustituir, vienen a complementar”, director de AI Workforce, Microsoft España
- Content Marketing

La nueva fuerza laboral es digital: humanos e IA, trabajando en equipo. Antonio Cruz Cruz-Conde, director de AI Workforce en Microsoft España, analiza cómo los agentes de inteligencia artificial están rediseñando el ritmo de trabajo en las organizaciones. El reto ahora es integrar esta tecnología de forma ética, transversal y centrada en las personas.
¿Cómo describiría el estado actual de la jornada laboral para la mayoría de los profesionales?
Hoy en día, la jornada laboral parece no tener fin. Empieza antes de encender el ordenador y se extiende hasta bien entrada la noche. Correos, reuniones, notificaciones… todo se acumula, generando una rutina fragmentada y caótica. Los datos de una investigación de Microsoft, continuación del Índice de Tendencias Laborales de 2025 (WTI por sus siglas en inglés), basada en billones de señales de productividad, agregadas y anonimizadas de Microsoft 365 a nivel global reflejan con claridad esta realidad: un empleado de media recibe 117 correos electrónicos al día y 153 mensajes de Teams, lo que lleva al trabajador a ser interrumpido cada dos minutos durante sus horas de mayor concentración. El impacto es claro: disminuye el bienestar y la productividad.
¿Qué papel puede jugar la inteligencia artificial en este contexto?
La IA es un motor de cambio real y duradero. La IA siendo tecnología debe estar enfocada en las personas. En Microsoft creemos que su integración en el ecosistema laboral puede rediseñar el ritmo de trabajo y devolver a las personas el tiempo y el foco que necesitan. No se trata solo de eficiencia, sino de recuperar jornadas más humanas.
¿Qué papel están jugando los agentes de IA en la transformación del trabajo diario?
Estamos asistiendo a una nueva revolución en la optimización de los procesos de las organizaciones mediante el uso de agentes inteligentes. Estos agentes automatizan y optimizan procesos de negocio definidos por personas, equipos u organizaciones y están emergiendo como aliados clave para rediseñar el ritmo de trabajo aprovechando en potencial de la IA y los datos digitalizados en las organizaciones, digamos que son IAs orientadas a funciones o procesos al servicio de las personas.
En Microsoft creemos que la IA será verdaderamente transformadora si se integra de forma natural en el ecosistema laboral. Los agentes no solo automatizan tareas repetitivas, sino que permiten reorganizar equipos, liberar energía creativa y avanzar hacia modelos más sostenibles y humanos. Al integrarlos de forma amplia con los equipos tradicionales formados por personas junto con agentes a su servicio surge un nuevo rol, el responsable de agentes, cuya misión consiste entrenar, supervisar y orientar a estos sistemas para que trabajen alineados con los objetivos de la organización. No hablamos de futuro, de hecho, proliferan casos donde un equipo combina trabajadores con agentes que recopilan datos, analizan información y redactan informes de manera automática. El resultado es más tiempo para pensar, decidir y crear, es decir, que las personas se enfocan y tareas de mayor valor.
¿Cómo está respondiendo España a esta transformación?
España afronta el reto de aprovechar el potencial de la IA plenamente y encabeza el ranking europeo en intención de adopción de IA generativa en el entorno laboral, con el 89% de los directivos planeando integrar agentes de IA en sus empresas en los próximos 12 a 18 meses, frente al 77% en Europa y el 82% a nivel global. Esto refleja una clara apuesta por liberar al talento humano de tareas repetitivas y permitirle centrarse en lo que realmente genera valor. Estamos viendo resultados muy positivos. Empresas como Ilunion, Repsol, Almirall o el Servicio Madrileño de Salud ya están obteniendo beneficios tangibles: desde ahorro de tiempo hasta mejoras en precisión diagnóstica. Incluso pymes como Doctoralia o Vestel Ingenieros están acelerando procesos clave gracias a Copilot. Esto demuestra que la IA no es solo para grandes corporaciones: su valor es real y escalable.
¿En el último Índice de Tendencias Laborales de Microsoft se habla de las “Frontier Firms”. ¿Qué les diferencia del resto de organizaciones?
Las “Frontier Firms” son empresas que han integrado la IA de forma profunda y generalizada en todas sus operaciones, desde la puesta día disposición de asistentes de IA para todos sus empleados hasta el desarrollo de agentes para funciones determinadas. Pero no se trata solo de adoptar herramientas, sino de reimaginar la forma de trabajar. Estas organizaciones rediseñan sus procesos en torno a la colaboración entre personas y tecnología. El resultado es claro: el 71% de sus empleados afirma que su empresa está prosperando, frente al 37% de media global. Son un ejemplo de cómo la IA puede convertirse en el núcleo de la productividad.
¿Cómo puede una empresa sacar valor a los agentes de IA e integrarlos con su equipo humano?
Habría que comenzar por aplicar la regla del 80/20, es decir, asignar a los agentes las tareas repetitivas que consumen el 80% del tiempo y liberar a las personas para el 20% que realmente genera impacto. Asimismo, la adopción de un modelo de trabajo, organizado en torno a objetivos concretos donde el talento no está aislado en silos con estructuras rígidas por funciones - Work Charts- con equipos mixtos de personas junto a agentes que ayudará a optimizar los procesos. También es clave formar, capacitar y empoderar a cada empleado para que pueda convertirse en responsable de agentes, ya que la verdadera transformación vendrá con el trabajo conjunto de perfiles especializados y el resto de la plantilla en colaboración con estos sistemas.
¿Qué condiciones deben darse para que un proyecto de IA genere valor real?
La tecnología, por sí sola, no garantiza resultados. Lo que realmente marca la diferencia es cómo se incorpora en el tejido de la organización. Esto no es solo trabajo del departamento de tecnología o del CEO, es de toda la organización, de todos los departamentos. Tiene que haber una cultura empresarial que esté dispuesta al cambio, a adoptar este tipo nuevo de nueva forma de trabajar. No podemos solo centrarnos en el aspecto tecnológico, es clave centrarnos en el aspecto organizativo y humano.
Para que la inteligencia artificial genere valor, es imprescindible contar con una hoja de ruta clara, metas bien definidas y una integración que no se quede en la superficie, sino que transforme los procesos desde dentro, que forme parte del ‘core’ del negocio. En Microsoft hemos observado que, cuando se implementa estratégicamente, Copilot puede generar un retorno de inversión de hasta un 457% en tres años. Pero ese tipo de resultados no se alcanzan por accidente: ocurren cuando la IA se convierte en un motor de cambio, alineado con las prioridades del negocio y gestionado como una transformación organizativa, no como una simple solución tecnológica.
La IA no es una herramienta más. Es una tecnología que atraviesa todas las áreas, que aprende, evoluciona y se adapta al ritmo de la empresa. Por eso, debe concebirse como el sistema nervioso digital que conecta, impulsa y amplifica cada decisión. En Microsoft acompañamos a nuestros clientes en ese viaje, desde los primeros pasos hasta la implementación completa, asegurando que la IA no solo se adopte, sino que se integre y se convierta en parte esencial del ADN empresarial.
¿Cómo trabajan en el uso responsable de la inteligencia artificial?
En Microsoft trabajamos para democratizar y promover la adopción de IA responsable. Es necesaria la regulación y una educación digital que nos prepare para interactuar con estas tecnologías de forma segura. La innovación no debe verse mermada, pero siempre bajo un marco sólido de gobernanza y cumplimiento normativo que garantice su implementación responsable. La IA nos ayuda a hacer frente a grandes desafíos, pero, inevitablemente también suscita cuestiones complejas y grandes preocupaciones sociales y desafíos. Es importante que abordemos estos desafíos sin dilación, incluido el desarrollo de un esquema de diseño ético para la IA.