Las ventas de módulos de ciberseguridad en vehículos superarán los 2.300 millones de unidades en 2020
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La consultora ABI Research analiza en un informe cómo la industria automovilística está empezando a incluir este tipo de sistemas para proteger a los coches conectados.
El aumento de la disponibilidad y la popularidad de los coches conectados está motivando que los fabricantes de vehículos empiecen a considerar a la ciberseguridad como uno más de los parámetros que han de tener en cuenta a la hora de incorporar a sus modelos. De hecho, en un reciente informe, ABI Research prevé que el volumen de módulos de hardware de seguridad global (HSM por sus siglas en inglés) en los vehículos, incluidos los particulares y los comerciales, llegará a los 2.300 millones de unidades en 2020. Según explica Michela Menting, directora de investigación de ABI Research, “en un coche normalmente hay unas cien unidades diferentes de controles eléctricos, y en este momento, la mayoría de ellos no contiene hardware suficientemente seguro”. Para Menting, es “un reto difícil” adaptar los modelos de ciberseguridad de la empresa a los sistemas físicos móviles; sin embargo, apunta, “este sector está empezando a pensar de forma estratégica e implementando soluciones de ciberseguridad en el automóvil”.
No en vano, el informe de ABI Research deja claro que los principales desafíos a los que se enfrentan los fabricantes de automóviles se encuentran en aprender a trabajar con los proveedores de seguridad en adaptar las soluciones existentes a los coches, participar más en el diseño y aplicación de las normas de seguridad, e incorporar soluciones de seguridad estratégicas en el ámbito de la investigación y el desarrollo.
Por otro lado, la protección de datos es también una preocupación relevante, y los fabricantes de equipos tendrán que trabajar en estrecha colaboración con las empresas de soluciones de ciberseguridad para determinar cómo proteger los datos de un coche conectado y establecer los parámetros de privacidad necesarios. “Los coches conectados se comunican y comparten datos con un gran número de sistemas e infraestructuras. Juntos, los fabricantes de equipos y los proveedores de ciberseguridad no sólo tendrán que hacer frente a posibles amenazas por parte de los hackers, sino también a los problemas de privacidad más fundamentales para el propietario del vehículo”, añade Menting. Y advierte la directiva: “Si los fabricantes de automóviles no empezar a pensar ahora en la seguridad, no van a ser capaces de tener coches que conduzcan por sí solos dentro de cinco años”.
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