El 64% de los neobancos digitales planea ofrecer servicios presenciales

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Solo la mitad de las entidades cerrará oficinas en los próximos tres años y un 71,5% dice que el cierre previsto se debe al crecimiento de los pagos digitales. Un 23% afirma que planea aumentar el número de cajeros automáticos que opera, tendencia que afecta incluso a las entidades puramente digitales.

Las entidades bancarias de todo el mundo abordan el nuevo año con retos similares a los de la última década, solo que acentuados por las demandas de los usuarios y la regulación cada vez más estricta. El efectivo o, más bien, el acceso al mismo, sigue siendo clave, ya que sigue siendo un medio de pago preferido en muchos países. En España, según datos del BdE, el 65% de la población lo utiliza, y la norma ya indica que debe haber como mínimo un cajero en zonas que tengan una población de al menos 5.000 habitantes.

Auriga ha realizado un estudio junto con ATM Marketplace que revela que, aunque el cierre de sucursales parece seguir en la mente de las entidades consultadas, esta tendencia se ha frenado claramente en los últimos dos años. En este periodo, el 32% no ha cerrado ninguna sucursal, y solo el 51,6% tiene previsto hacerlo en los próximos meses. Para las entidades que sí cerrarán oficinas, un 71,5% dice que el cierre previsto se debe al crecimiento de los pagos digitales, lo que provoca que un menor número de clientes vaya a la sucursal.

Más cajeros incluso para los pure-players digitales

Por otro lado, un 23% de los entrevistados afirma que no solo no cerrará, sino que planea aumentar el número de ATM que opera y que además está trabajando en incrementar el acceso mediante terminales avanzados de autoservicio o añadiendo capacidades adicionales (como la videobanca) en sus ATM. Y esta tendencia afecta incluso a las entidades puramente digitales.

Según el estudio, un 34,8% de los bancos de todo el mundo afirma no disponer de ninguna sucursal por ser una entidad digital, pero de ellos, más del 64% afirma estar considerando ofrecer servicios físicos (como cajeros o sucursales) en colaboración con otra entidad.

Y es que el cajero automático sigue siendo el medio preferido de los usuarios para las retiradas y, en gran medida, también para los depósitos. Sin embargo, para abrir una cuenta, pedir consejo o para realizar inversiones es la sucursal el canal preferido. La banca virtual, por su parte, es el método elegido para transferencias, pagos y para consultar el saldo.

Hacia un modelo de sucursal de marca blanca

Para el 59% de los bancos, la reducción de costes es la prioridad en los próximos tres años, seguida de incrementar las ventas y mejorar la experiencia de clientes y la omnicanalidad (a partes iguales). Aquí, los gastos de transporte o cash-in-transit serían el principal caballo de batalla (mencionado por el 63,6%), seguidos por los costes de mantenimiento de los terminales y la seguridad de los ATM.

Para abordar estos retos la innovación y la tecnología parecen ser la clave y uno de los modelos que parece estar tomando posiciones es el de las infraestructuras compartidas. Según el estudio, un 27% de los encuestados ya estaría considerando avanzar en este sentido. De hecho, el 41% considera que estos hubs compartidos en los que distintas marcas bancarias comparten un edificio o sucursal son una buena alternativa al cierre de oficinas.

“Con un modelo de ‘sucursal de marca blanca’, una sola localización actúa como un centro de servicios compartidos para toda la actividad relacionada con el banco, y puede ser utilizada por todos los clientes sin importar en qué entidad tengan su cuenta. De este modo las entidades pueden conciliar la inversión necesaria en la renovación de su red de cajeros con el cumplimiento de la normativa para garantizar la cobertura local de los servicios de efectivo”, explica Ángel Arenillas, country manager de Auriga para España y Portugal.