Low-Code en el entorno de servicios financieros: de la transformación empresarial a la innovación

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El sector financiero es uno de los motores de la digitalización de la economía española, si bien es un claro ejemplo de cómo el legacy en las organizaciones puede acabar poniendo trabas a la innovación. Para eludir este hándicap y aportar más agilidad, eficiencia y eficacia a las operaciones, aplicaciones y servicios de estas compañías, entra en escena el concepto del low-code.

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Innovación para el sector financiero con Low-Code

Las plataformas de código bajo ofrecen un enfoque para el desarrollo de software que ayuda a los profesionales TIC y de negocio a colaborar para ofrecer soluciones digitales transformadoras más rápidamente. Según Gartner, en 2025, el 70% de las nuevas aplicaciones desarrolladas por las empresas utilizarán tecnologías low-code o no-code, frente a menos del 25% en 2020. Y su uso es especialmente destacado en el sector de banca, seguros y servicios financieros. Así pues, ¿cómo están agilizando la generación de nuevos servicios y aplicaciones las empresas de este segmento empresarial?

Para conocer de primera mano qué elementos de estas plataformas de desarrollo de código bajo, la Comunidad IT User Tech & Business organizó una mesa redonda titulada Low-code en el entorno de servicios financieros: de la transformación empresarial a la innovación en la que participaron portavoces de Allfunds Bank, Banco Caminos, Bestinver, Evo Banco, Nationale Nederlanden y Sanitas. El encuentro contó con el apoyo de OutSystems y su socio KPMG.

 

Innovación y conocimiento del negocio

La innovación es una necesidad irrenunciable en el sector financiero. Desde Sanitas dedicada desde 1954 al mundo de la salud y el bienestar, su Director de Arquitectura IT, Justo Aguilar, señaló que “la búsqueda de nuevas capacidades y servicios es una constante para nosotros. Ponemos énfasis en crear equipos multidisciplinares que conozcan tanto la tecnología como el negocio con el objetivo de lograr nuevas soluciones. Además, al tener al cliente como foco principal somos capaces de evaluar sus necesidades y proponer novedades. Este proceso aporta un gran valor añadido”.

Begoña Moreno, Head of IT de la gestora de fondos de inversión y planes de pensiones Bestinver, explicó que “el gran reto es dar soluciones rápidas a negocio, si bien el hándicap es potenciar el conocimiento funcional de los equipos. Dar soluciones ágiles que puedan ser escalables y que, además de rápidas, respondan realmente a lo que se necesita, de ahí la imperiosa necesidad de conocer el negocio”.

En una línea similar se situaba Nationale-Nederlanden , entidad que ofrece servicios de ahorro, inversión y seguros, cuyo Head of Enterprise Architecture, Juan Cobo, comentó que “el conocimiento funcional es esencial. Apostamos por low-code para democratizar la tecnología poniéndola al servicio del negocio, consiguiendo que sean estos perfiles los que puedan crear valor en ese sentido. Aceleramos desarrollos con low-code poniendo estas capacidades al servicio del negocio de modo que contribuimos a la digitalización y eficiencia operativa. Ahora el reto es la gobernanza de las soluciones e integrar estos aplicativos bajo los mismos guidelines y políticas que el resto de los componentes de TI de la empresa, pero permitiendo a los usuarios crear sus propias aplicaciones”.

Coincidía con él Juan Manuel Ares, Head of Data de Allfunds Bank, firma que desarrolla soluciones digitales para la cadena de valor de la distribución de fondos financieros. Destacó que “es fundamental poner las TI al servicio del negocio. Antes hacíamos proyectos específicos para cada cliente, pero ahora aportamos soluciones muy escalables con motores de integración para poder reutilizar toda la tecnología y los servicios a partir de una matriz ya definida. Hemos reducido los costes de manera significativa, así como los tiempos de entrega al cliente. La tecnología es una herramienta para negocio”.

Un paso más allá fue Manuel Moro, Gerente de Operaciones IT de Banco Caminos, especialistas en banca privada y personal, quien apuntó que “tecnología ya es negocio, porque las plataformas ya forman parte del producto. La división se va difuminando, porque cualquier producto requiere un desarrollo tecnológico, de ahí que hayamos apostado por la modularización y los microservicios, porque la agilidad es esencial. El problema es que el back-end no puede ir a la misma velocidad que el front-end, y que los presupuestos y los tiempos son limitados, por eso muchos esfuerzos se orientan en dar nuevos servicios a los clientes y ganar eficiencia interna queda como segunda prioridad. Pero ahí entra el low-code, que propone una solución a este problema. También por la facilidad que tiene para ayudarnos a mostrar funcionalidad a negocio y para llegar a todo el ecosistema de trabajo. Así, entregamos proyectos con plazos y costes razonables, si bien todavía no hemos abierto el desarrollo a negocio, porque eso forma parte de una fase posterior de madurez.

Para Jose Manuel González, Director of Infrastructure Engineering de Evo Banco, entidad bancaria cien por cien digital perteneciente al grupo Bankinter, “low-code es un posible acelerador de desarrollo, aunque con las capacidades que tenemos hoy en día no el único.  Existiendo dos aproximaciones, la creación de soluciones que permiten llegar al cliente con nuevos servicios más rápido y en lo referido al incremento de las capacidades internas. Parte de las capacidades de eficiencia que nos da provienen de que permite a tecnología y negocio estar más unidos al simplificar el modelo de creación de productos, pero en nuestro sector continua la complejidad de controlar la definición de soluciones estables y seguras con un alto nivel de control. En todo caso, si buscamos acelerar la producción, las plataformas de low-code pueden ser una alternativa muy interesante a tener en cuenta”.

 

Casos de uso de las plataformas low-code

La tasa de adopción de plataformas low-code es de más del 50% entre las entidades de servicios financieros. Entre los invitados se comentaron algunos de sus usos. Desde la experiencia de Justo Aguilar (Sanitas), “empleamos low-code de manera interna, puesto que nos permite llevar a cabo un prototipado de manera rápida y eficaz. Si bien es cierto que aún tenemos margen de mejora respecto a la integración de los aplicativos”.

Apuntaba Juan Cobo (Nationale-Nederlanden) que, en su caso, “hicimos una evaluación de las principales plataformas de low-code, y descubrimos que cada una tiene sus pros y sus contras, así que hicimos una elección que cubriera las necesidades de los diferentes países, si bien la facilidad de uso para los usuarios no tecnológicos fue un punto clave”.

Desde Evo Banco, José Manuel González señaló que “lo usamos como un acelerador, pero el reto sigue estando en la definición de lo que se quiere hacer. En nuestro caso, lo aprovechamos para sacar soluciones tácticas de forma rápida, teniendo un gran potencial para las personas que están en la intersección de alto conocimiento técnico y de negocio”.

Y en el caso de Banco Caminos, “lo empleamos para mejorar la capa de productividad interna, pero, de momento, no permitimos conectividad con los datos bancarios críticos por seguridad. TI tiene que evangelizar para concienciar a negocio sobre riesgos tecnológicos de los que no son plenamente conscientes”, apuntó Manuel Moro.

 

Aspectos a tener en cuenta en un proyecto low-code

A la hora de evaluar y adoptar plataformas de código bajo, hay que tener en cuenta diversos aspectos. Para Begoña Moreno (Bestinver), “uno de los fuertes de estas plataformas, además de la reducción de time to market, es el control del coste, por las reducciones presupuestarias. Otro aspecto fundamental son las normativas y la seguridad. La tecnología es un facilitador y debe estar cerca del negocio, pero éste debe entender que no todo vale”.

Otro aspecto destacable es, en opinión de Juan Manuel Ares (Allfunds Bank), “la racionalización de las apps, para que no consuman una cantidad de recursos crecientes. Si contamos con programadores que entienden el negocio, no necesitamos herramientas que faciliten la programación, pero estamos usando estas plataformas para obtener respuestas rápidas, aunque luego no sean fáciles de migrar y mantener”.

Coincidía con esta idea José Manuel González (Evo Banco), quien señalaba que cualquier persona que desarrolle en plataformas low-code es necesario que tenga unos conocimientos mínimos de protocolos y algoritmia, ya que puede existir el riesgo de que se generen aplicaciones ineficientes que puedan tener un alto impacto en rendimiento, coste y estabilidad”.

Y de cara a su implementación, aunque en numerosas ocasiones se recurra a terceros, la gestión debe ser interna. “Nos apoyamos en terceros cuando la demanda supera a la capacidad, pero la gobernanza y el conocimiento siempre es interno. Nuestro objetivo es crecer internamente, para lo que fomentamos la formación constante de nuestros equipos de TI y desarrollo”, apuntó el Director de Arquitectura IT de Sanitas, Justo Aguilar.

 

Respondiendo a los retos del sector

João Mena de Oliveira, Country Manager de OutSystems, plataforma de desarrollo low-code creada en Lisboa en 2001, explicaba que “por lo visto en la mesa redonda, la percepción que tienen las empresas de low code es muy variada, y el reto para nosotros es que prueben nuestra plataforma, que nos desafíen con cualquier necesidad que tengan, para que nosotros podamos demostrar que aportamos valor a sus organizaciones”.

OutSystems ofrece la capacidad de desarrollar algo, de forma rápida, para aportar valor a sus clientes. Nuestra plataforma tiene tres pilares muy fuertes, que constituyen nuestra propuesta de valor: desarrollar el core de entidades del sector bancario o asegurador; creación de entornos de front-end y aplicaciones móviles para sus clientes; y muchos procesos de mejora interna de las organizaciones. Los tres componen la propuesta de la compañía para el sector financiero”.

De hecho, “en este sector tenemos clientes más tradicionales, como Caixabank o Banco BPI, o algunas fintech, como Western Union. Pero también tenemos clientes en otros sectores como energía, con Petronas o Chevron; telecomunicaciones, con clientes como Vodafone; o incluso sector público”.

Por su parte, Miguel Moreno, Partner en Financial Services de la consultora KPMG, señaló que “hemos podido ver cómo las diferentes compañías está abordando la implementación de tecnologías low code y cuál es su planteamiento a la hora de adoptar este tipo de tecnologías”.

En el caso de KPMG, de la mano de OutSystems, “llevamos trabajando varios años, es un proveedor de confianza, para poder desarrollar propuestas de valor para los clientes. En el ciclo de vida del interés de una compañía, les asesoramos desde el primer momento, tanto desde un punto de vista conceptual como económico, con el fin de que pueda encontrar la plataforma que se ajusta a sus necesidades. Les ayudamos, asimismo, a diseñar business cases y a determinar qué productos o soluciones de la compañía encajan mejor con la filosofía low code. Porque pueden darse diferentes tipos de alternativas, como el rediseño de un core bancario, una acción más arriesgada pero con más retorno a largo plazo, u otras más tácticas que solucionen aspectos más concretos, o que aporten agilidad a la hora de llegar al mercado. Por último, les ayudamos con los perfiles adecuados, porque a veces estas compañías no tienen los recursos o conocimientos adecuados”.