GAIA X, despejando la incógnita del dato

  • Opinión

T-Systems - datos - Gaia X

En los últimos años, hemos visto cómo las nubes públicas favorecen la digitalización gracias a la flexibilidad y capacidad de respuesta en un entorno muy dinámico. Sin embargo, el cumplimiento de las leyes de protección de los datos, uno de los temas prioritarios en Europa, está poniendo a prueba su conveniencia en determinados ámbitos. Adicionalmente, la compartición de datos en el mundo digital está generando una carga de trabajo ingente y un gobierno de los datos cada vez más complejo. ¿Cómo se puede imprimir mayor dinamismo y simplicidad al uso de las nubes garantizando la soberanía de los datos?

Por Emma Galindo, Head Advanced Analytics & Artificial Intelligence en T-Systems

La respuesta a esta pregunta es GAIA-X, la iniciativa de la Unión Europea para crear una infraestructura de datos abierta y altamente segura que cumpla con los estándares de excelencia de soberanía digital europeos. En esta nueva infraestructura, los datos y servicios pueden estar disponibles, almacenarse y ser compartidos en un entorno de confianza proporcionando el dinamismo y la simplicidad necesarios para encontrar soluciones a los retos actuales del mercado. Con su desarrollo, estamos sembrando el camino hacia un estándar entre empresas para el intercambio seguro de datos en pos de objetivos comunes.

Muchas son las iniciativas que se están desarrollando a nivel europeo con los estándares de GAIA-X. Por un lado, se han creado los Hubs Nacionales, entre los que se encuentra el Hub GAIA-X Español. Por otro lado, se están creando ecosistemas verticales que favorecen la creación de espacios de datos orientados a resolver grandes retos de industrias concretas. Energía, salud, agricultura, movilidad, economía circular, aeroespacial, educación, finanzas, ciudades inteligentes, industria 4.0, medios de comunicación, sector público o logística, son algunas de las industrias que están explorando las posibilidades que ofrecen los espacios de datos.

Estos espacios de datos conectan datos con los estándares GAIA-X y crean modelos de inteligencia artificial y analítica avanzada, resolviendo además algunos retos que aparecen con la nueva normativa europea de inteligencia artificial, favoreciendo el desarrollo de modelos federados de IA que responden a los requerimientos de protección de datos europeos.

El trabajo por delante es mucho. Debemos garantizar a las empresas un mayor control sobre los datos, y una mayor transparencia y eficiencia a lo largo de la cadena de valor. También son muchas las incógnitas por resolver sobre el funcionamiento de estos espacios. ¿Cómo podemos impulsar el uso de datos compartidos y el intercambio de datos relevantes de forma constante para lograr una meta compartida de un ecosistema que probablemente involucre miles de empresas? ¿Se necesita mover la cantidad ingente de datos requeridos para este ejercicio o este tipo de nuevas arquitecturas ayudarán a racionalizar también el gobierno de los datos? ¿Podemos, a través de estos estándares, crear un lenguaje común que facilite la compartición de datos?

A nivel de industrias también hay muchas preguntas que debemos explorar. ¿Se puede lograr un espacio de datos de salud único donde los ciudadanos europeos podamos movernos a cualquier lugar del territorio y podamos disponer de todo nuestro historial clínico, consumo de fármacos o recetas electrónicas sin comprometer la seguridad de la información? ¿Podría beneficiarse la investigación de enfermedades raras del uso compartido de datos? ¿Se puede optimizar el consumo energético de una ciudad? ¿Podemos crear nuevos servicios que favorezcan el uso racional del transporte intermodal? ¿Se pueden apoyar los grandes actores industriales en esta tecnología para cumplir con los objetivos de cero emisiones de CO2? ¿Es abordable el reciclaje de materiales o los retos de la economía circular a través de esta tecnología?

Sin duda estamos en un camino de cambio de paradigma en el que monetizar los datos no signifique el enriquecimiento de unos pocos, sino la posibilidad de impulsar la innovación y el progreso de la sociedad a través de la colaboración entre los diferentes actores sociales, teniendo siempre presente la seguridad e integridad de los ciudadanos a los que, en última instancia, pertenecen los datos según la legislación europea.

GAIA-X es el primer paso para despejar todas esas incógnitas que está planteando el dato, su gestión y su uso, de forma que podamos aprovechar toda la riqueza que se espera va a generar la economía del dato, que según las previsiones de la Unión Europea alcanzará los 830.000 millones de euros y empleará a casi 11 millones de profesionales en 2025.