Tiempos que cambian: del proceso a la persona en la digitalización industrial
- Opinión

En el camino hacia una industria más automatizada y sostenible, el usuario ha dejado de ser un engranaje para convertirse en un actor estratégico. Las empresas han comprendido que su productividad y competitividad dependen de la capacidad de sus equipos para trabajar de forma eficiente, segura y ágil.
Por Fernando Feliu, Executive Managing Director de Virtual Cable
Vivimos una transformación profunda en el modo en que entendemos la digitalización industrial. Si echamos la vista atrás, durante años este concepto se asoció casi exclusivamente a la automatización de procesos, a la implementación de maquinaria más eficiente o a la monitorización de líneas de producción. Pero los tiempos cambian. Y hoy, digitalizar una organización va mucho más allá: implica poner a las personas en el centro.
En el camino hacia una industria más automatizada y sostenible, el usuario ha dejado de ser un mero engranaje para convertirse en un actor estratégico. Las empresas han comprendido que su productividad y competitividad dependen en gran medida de la capacidad de sus equipos para trabajar de forma eficiente, segura y ágil. El conocimiento, la innovación y la mejora continua surgen del talento humano. Por eso, facilitar el acceso a las herramientas de trabajo cuando se necesiten, desde donde se necesiten y con la máxima seguridad, se ha convertido en una prioridad.
La digitalización moderna ya no se limita a conectar máquinas: conecta personas, departamentos y plantas distribuidas en distintas ubicaciones geográficas o incluso países. Compartir información en tiempo real entre equipos de producción, ingeniería, mantenimiento o logística permite optimizar procesos, reducir errores y tomar decisiones más acertadas. Pero para que esto ocurra, es fundamental contar con una infraestructura TI que garantice la continuidad del negocio, la centralización en la gestión de dispositivos y usuarios, y la flexibilidad necesaria para adaptarse a múltiples casuísticas.
No todas las organizaciones operan del mismo modo. Hay empresas con turnos rotativos, usuarios temporales o estacionales, plantas con diferentes niveles de acceso y necesidades tecnológicas variables. Gestionar este ecosistema híbrido y dinámico exige una estrategia de smart digital workplace, capaz de proporcionar entornos personalizados en función del perfil de cada trabajador y de su puesto específico, sin poner en riesgo la seguridad ni la eficiencia operativa.
A medida que se afianzan estos nuevos modelos laborales, el dato emerge como uno de los activos más valiosos para las organizaciones industriales. Proteger su integridad frente a ciberataques es esencial, pero también lo es controlar quién accede a él, desde dónde, en qué condiciones y cómo se comparte. Un enfoque sólido de virtualización del puesto de trabajo debe garantizar la trazabilidad, el control de accesos y una compartición segura de la información crítica, preservando su confidencialidad y disponibilidad en todo momento.
Además, en sectores altamente regulados como el industrial, garantizar el cumplimiento de normativas como el Esquema Nacional de Seguridad (ENS), la Directiva NIS2 o incluso DORA, en aquellos entornos industriales con componentes financieros o críticos, es un requisito indispensable para avanzar en el proceso de digitalización con garantías. Estas regulaciones no solo exigen altos estándares de ciberseguridad, sino también una gestión centralizada, trazabilidad, control de accesos y capacidad de respuesta ante incidentes. Cumplir con estas normativas exige soluciones tecnológicas que incorporen la seguridad desde su concepción, no como un añadido, sino como una parte integral de su diseño.
Ante este escenario, las organizaciones industriales necesitan un modelo de digital workplace que combine flexibilidad, escalabilidad y seguridad, permitiendo gestionar todos los entornos de trabajo, ya sea en oficinas, plantas de producción o ubicaciones remotas, desde un único punto, de forma eficiente. Una solución que se adapte a turnos fijos, rotativos, accesos esporádicos o usuarios temporales, que facilite la continuidad del negocio y que proporcione a cada trabajador un entorno personalizado, siempre disponible y alineado con los máximos estándares de protección.
UDS Corporate de Virtual Cable responde a todas estas necesidades, posicionándose como una opción robusta, adaptable y preparada para los retos actuales y futuros de la industria.
Porque los tiempos cambian, y con ellos también la forma de trabajar. Hoy, ofrecer a cada profesional el entorno de trabajo digital que necesita, justo cuando lo necesita, no solo es una ventaja competitiva: es la base de una industria más resiliente, sostenible y preparada para el futuro. Apostar por una solución de digital workplace flexible, segura y adaptada a cada organización es dar el paso definitivo hacia una digitalización inteligente.