Almacenamiento on premise de copias de seguridad absolutamente inmutable: imprescindible para una verdadera soberanía de los datos
- Opinión
En una época en la que los datos son tanto un activo estratégico como un campo minado normativo, el concepto de soberanía de los datos ha pasado de ser un tema marginal en las políticas de TI a ocupar un lugar central en las discusiones de las juntas directivas. Para las organizaciones que operan en España y en toda la UE, nunca ha habido tanto en juego.
Por Sandra Chíchina, territory & partner manager Iberia, Object First
Con normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la Ley de Resiliencia Operativa Digital (DORA) y la Directiva sobre Seguridad de las Redes y la Información 2 (NIS2), que establecen requisitos estrictos para el tratamiento, el almacenamiento y la protección de datos, la cuestión ya no es si la soberanía de los datos es importante, sino cómo lograrla.
Si bien los servicios cloud han revolucionado la escalabilidad y la flexibilidad, también introducen un grado de ambigüedad jurisdiccional que hace que garantizar la soberanía de los datos sea un reto complejo. Y cuando la seguridad es compleja de implementar, es menos probable que sea eficaz. Es más propensa a los errores. Es más difícil encontrar a las personas cualificadas adecuadas para gestionarla y más complicado de mantener. En última instancia, la resiliencia se vuelve casi imposible de lograr. Por eso, el almacenamiento on premise de copias de seguridad absolutamente inmutable no es solo una preferencia técnica, sino una necesidad estratégica.
La olla a presión normativa
El RGPD ha sido durante mucho tiempo el estándar de referencia en materia de protección de datos, haciendo hincapié no solo en la privacidad, sino también en el control: quién puede acceder a los datos, dónde se encuentran y cómo se protegen. Ahora, con la introducción del reglamento DORA de la UE para las instituciones de servicios financieros y el NIS2 para una gama más amplia de organizaciones «esenciales» e «importantes» de todos los sectores, las empresas se enfrentan a requisitos aún más estrictos. Entre ellos se incluyen la resiliencia operativa, la integridad de las copias de seguridad, la respuesta a incidentes y la auditabilidad.
La directiva NIS2 amplía significativamente el alcance, desde los operadores de infraestructuras críticas tradicionales hasta los proveedores de servicios de TI, los fabricantes y las plataformas digitales. Estas organizaciones deben ahora demostrar que cuentan con estrategias sólidas de seguridad y recuperación, incluidas copias de seguridad a prueba de ransomware y absolutamente inmutables que generen confianza en una recuperación rápida y fiable cuando se produzcan ataques, desastres, accidentes o amenazas internas.
Las tres normativas comparten un denominador común: la responsabilidad. Las organizaciones no solo deben proteger los datos, sino también demostrar que pueden controlarlos y recuperarlos de forma rápida, segura y sin comprometer su integridad. Aquí es donde se hacen evidentes las limitaciones de las estrategias basadas exclusivamente en la nube.
El dilema de la nube
Seamos claros: la nube desempeña un papel fundamental en las estrategias de TI modernas. Ofrece elasticidad, redundancia geográfica y escalabilidad rentable. En una sólida estrategia de copia de seguridad 3-2-1 (tres copias de los datos, en dos soportes diferentes, con una fuera de las instalaciones), la nube suele equivaler al «1», proporcionando separación geográfica y capacidades de recuperación ante desastres.
Sin embargo, la residencia de los datos no es lo mismo que la soberanía de los datos. Incluso si sus datos se almacenan en un centro de datos europeo, pueden estar sujetos a reclamaciones jurisdiccionales extranjeras, como la ley CLOUD de EE. UU. Además, el modelo de responsabilidad compartida de los proveedores cloud significa que, aunque ellos protegen la infraestructura, la carga de la protección de datos, el control de acceso y el cumplimiento recae directamente sobre el cliente. Las mejores herramientas deben reducir la complejidad de la gestión y permitirle centrarse en lo que realmente importa: el rendimiento, las necesidades de los clientes y su personal.
Algunos proveedores ofrecen las denominadas soluciones de «nube soberana», pero incluso estas suelen quedarse cortas debido a las plataformas propietarias, la transparencia limitada o la dependencia continua de infraestructuras de terceros.
En la práctica, esto dificulta:
- Garantizar el control exclusivo sobre los datos confidenciales.
- Demostrar la inmutabilidad absoluta de las copias de seguridad a los auditores o reguladores.
- Garantizar el acceso cero a acciones destructivas, especialmente en caso de infracción o citación judicial.
Por qué es esencial una copia de seguridad inmutable on premise
Las soluciones on premise de copia de seguridad inmutables ofrecen un grado de control, transparencia y garantía que la nube por sí sola no puede igualar. He aquí por qué son indispensables para las organizaciones que se toman en serio la soberanía de los datos:
- Control absoluto: Los datos permanecen dentro de su dominio físico y legal. Usted controla quién accede a ellos, cómo se protegen y cuándo se eliminan, si es que alguna vez se eliminan.
- Inmutabilidad absoluta: El almacenamiento de copias de seguridad con inmutabilidad absoluta significa que ni siquiera el administrador con más privilegios o un atacante con acceso al almacenamiento de copias de seguridad puede modificar o eliminar datos. Se trata de una defensa fundamental contra el ransomware y las amenazas internas.
- Preparación para auditorías: Las soluciones locales pueden integrarse perfectamente en los procesos de cumplimiento internos, lo que facilita demostrar el cumplimiento de los requisitos del RGPD, NIS2 y DORA.
La proximidad física y el control total sobre la infraestructura de copia de seguridad facilitan la documentación de los registros de auditoría y el cumplimiento de las expectativas normativas, sin depender de proveedores de servicios externos.
El control local también implica la capacidad de definir y aplicar políticas de seguridad de forma independiente, sin depender de las prácticas de terceros. Esto refuerza tanto el cumplimiento normativo como la confianza de los clientes.
El pilar de una estrategia sencilla y resiliente
Una estrategia de copia de seguridad moderna no debe ser una elección binaria entre la nube y las instalaciones locales. En cambio, debe ser híbrida por diseño. La nube y el almacenamiento en frío son excelentes para la retención a largo plazo y la recuperación ante desastres. Pero para una recuperación rápida, el cumplimiento normativo y la garantía de soberanía, el almacenamiento inmutable en las instalaciones locales debe ser el pilar fundamental.
De hecho, el «2» de la estrategia 3-2-1 (dos copias locales) debe incluir al menos una copia de seguridad inmutable on premise. Esta arquitectura de confianza cero garantiza que, incluso si los sistemas de producción se ven comprometidos, siempre se disponga de una copia limpia e inalterable de los datos. Así, no solo se espera ser resiliente, sino que se sabe que se es.
Una estrategia híbrida permite a las organizaciones combinar lo mejor de ambos mundos: la escalabilidad y la flexibilidad de la nube con el control y la seguridad de las instalaciones locales. La clave es garantizar que cada componente desempeñe su función para satisfacer tanto las exigencias normativas como las operativas.
Implicaciones en el mundo real
Pensemos en una institución financiera española sujeta a la DORA. En caso de ciberataque, debe demostrar que los datos críticos están intactos, son recuperables y no han sido manipulados. O pensemos en un proveedor de servicios sanitarios que gestiona datos confidenciales de pacientes en virtud del RGPD, donde el acceso no autorizado o la pérdida de datos podrían acarrear sanciones graves. En ambos casos, las copias de seguridad inmutables on premise proporcionan la garantía necesaria para cumplir las expectativas normativas y mantener la continuidad operativa.
Con el aumento de los ataques de ransomware dirigidos a organizaciones europeas, es esencial garantizar que las copias de seguridad no puedan cifrarse ni eliminarse, incluso si se comprometen las credenciales del administrador. Sus datos deben estar seguros, incluso si se conocen todos los secretos.
Conclusión
La nube no es el enemigo, pero tampoco es una solución soberana. Para las organizaciones que operan bajo la atenta mirada del RGPD, NIS2, DORA y otras normativas regionales, el almacenamiento on premise de copias de seguridad absolutamente inmutable no es opcional, sino fundamental.
Los responsables de TI y de cumplimiento normativo deben replantearse sus estrategias de protección de datos. La soberanía no solo tiene que ver con el lugar donde se almacenan los datos, sino también con quién los controla, quién puede acceder a ellos y cuál es su resiliencia cuando –no si– se produce un ataque de ransomware. Y para ello, no hay nada que pueda sustituir a la certeza que ofrecen las copias de seguridad on premise con inmutabilidad absoluta.
Quienes invierten hoy en soberanía no solo protegen su almacenamiento de datos de copia de seguridad; sino también su reputación, sus clientes y su futuro. Ahora es el momento de elegir la ciberresiliencia empresarial.