Ganadores y perdedores en la era de la Inteligencia Artificial
- Opinión
Las firmas tecnológicas digitales apuestan por invertir masivamente en una tecnología que aún no ha demostrado plenamente su valor pero, como afirma Satya Nadella, CEO de Microsoft, “no nos podemos permitir el lujo de quedarnos atrás”. Es un sentimiento compartido por sus colegas al frente de Alphabet (Google, YouTube, Pixel, Chrome, Google Deepmind), Sundar Pichai; Amazon, Andy Jassy (Amazon Web Services o AWS), Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), Mark Zuckerberg. Solo Apple se lo toma con calma, aunque también invierte mucho en Inteligencia Artificial.
Por Jorge Díaz Cardiel, socio director general de Advice Strategic Consultants.
Los líderes de las empresas tecnológicas más importantes del mundo (las ya nombradas y NVIDIA, de quien se espera en noviembre resultados desorbitadamente buenos) parecen tranquilos y seguros de sí mismos, cuando hablan de sus billonarias inversiones en infraestructura de inteligencia artificial. Sin embargo, no todo el mundo está convencido de lo que, por ahora, parece una apuesta: el Banco de Inglaterra, World Economic Forum e inversores de la talla de JPMorganChase avisan alarmados, de las altísimas valoraciones bursátiles de las Siete Magníficas o BigTech o Hyperscalers; y destacan que el panorama se parece bastante al del año 2000 antes del estallido de la burbuja de las “punto.com”.
Chiringuitos de chatbots y las TIC chinas
También entonces, el sector tecnológico se lanzó en plancha a invertir en Internet. Hoy lo hace en infraestructura de Inteligencia Artificial. El problema, cara a un potencial estallido de una supuesta burbuja, no son las empresas tecnológicas firmemente establecidas, con modelos de negocio sólidos y excelentes resultados de facturación y beneficios. De quienes hay que tener cuidado es de los oportunistas. De los… “fuguillas”. De los que piensan: “esta es mi oportunidad”. En el año 2000 fueron miles de chiringuitos que decían vender de todo, a través de Internet (no pregunte usted por la logística, la cadena de suministro, el almacén…). Bastaba tener una página web, ofrecer una promesa paradisíaca y conseguir financiación billonaria de inversores incautos. Sus equivalentes son, hoy, miles de startups que dicen tener el “último grito en IA”. Grito, aullido o alarido, seguramente sea un “chatbot” que imita a Chat GPT, Gemini, Claude o cualquiera otro vinculado a empresas fuertes y sólidas.
Como comentamos en su momento en IT User, la graciosa invención china de DeepSeek, que prometía lo mismo que Chat GPT -con un 98% menos de costes-, era demasiado bonita para ser verdad: “nadie vende duros a cuatro pesetas”. “No es lo mismo una favela en Brasil que una mansión en Beverly Hills (California)”, “Viajar en clase económica en vuelo comercial, no tiene nada que ver a volar en jet privado”... Si hubo susto en Occidente por la china DeepSeek, verdaderamente, duró poco, fue pasajero y, toda vez sabida la verdad, BigTech ha seguido aumentando su inversión en Inteligencia Artificial.
“La verdad” consistía en que DeepSeek fue un revulsivo, un aldabonazo, para que las firmas TIC norteamericanas tomaran nota de que sus homólogos chinos podían hacer lo mismo que ellos, pero a muchísimo menor precio. Vieja táctica de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos justificaba su masiva fabricación de armas nucleares para “alcanzar a los soviéticos, que van muy por delante respecto a nosotros”. No era cierto; la economía soviética estaba moribunda y, antes de que en Moscú vieran un ordenador que no fuera una máquina de escribir, la Unión Soviética se extinguió el 25 de diciembre de 1991.
Pues, hoy, igual, porque China, a pesar de usar el capitalismo de estado a su favor, sigue siendo una dictadura totalitaria comunista. Y sus BigTech no son ni la mitad de eficaces y eficientes que sus homólogas norteamericanas, que las doblan en tamaño. Alibaba, Tencent, Byte-Dance, TikTok, Baidu, Xiaomi, Weibo y tantas otras a excepción de Huawei -que sí es sólida en sus negocios-, dependen de la financiación estatal, en un momento en que también China sufre por la desaceleración económica y la elevada deuda pública, que le obliga a retirar la financiación a sus empresas TIC Digitales, hasta nueva orden.
Sólidos resultados de BigTech que apoyan la inversión en IA
En cambio, las presentaciones de resultados de las firmas norteamericanas tecnológicas más importantes no han defraudado, antes del contrario: todas reportaron crecimientos de dos dígitos en ventas y beneficios, en sus negocios tradicionales que, en cualquier caso, son los más avanzados de la era de la digitalización. Apple alcanzó los 4 billones de dólares de capitalización, ante el récord de ventas y beneficios, aupados por el iPhone, los Servicios y buenas perspectivas de ventas en China, toda vez que Trump (USA) y Xi Jinping (China), acordaron un alto el fuego a la guerra comercial y los aranceles. Apple pondrá vender iPhone en China con menos restricciones.
Otro tanto sucedió a Google, Microsoft y Amazon. Su facturación y beneficios volvieron a ser récords históricos, en todas las áreas de negocio. La más destacada fue Cloud, donde Amazon Web Services (AWS) revalidó su liderazgo y lo amplió con crecimiento del 40%. Le siguieron Microsoft Azure y Google Cloud, ambas con fuertes crecimientos, también. Las tres empresas atribuyeron el fuerte crecimiento de las ventas de Cloud al incremento de la demanda de Inteligencia Artificial, aunque no concretaron cuál fue la aportación de la Inteligencia Artificial a las cuentas de resultados.
Eso sí, las tres empresas utilizaron sus excelentes resultados para justificar la inversión billonaria en infraestructura de inteligencia artificial. De media, estas empresas (y Meta) han invertido 90.000 millones de dólares en Data Centers, computación, servidores y chips. De rebote, compran y remozan centrales nucleares existentes o fabrican otras nuevas, para dotar de energía eléctrica a los Centros de Datos, que entrenarán la IA. Apple dijo que había invertido 24.000 millones de dólares en IA en el último año (muy por debajo de la media de las otras empresas), pero no fue penalizada por ello, porque las ventas del iPhone (+6,4% o casi medio billón de dólares en el último ejercicio fiscal) aupó a la empresa de Tim Cook a los 4 billones de capitalización bursátil, como Microsoft.
Sólo Meta fue penalizada por los inversores, por sus fuertes inversiones en IA. Sus caídas en bolsa no se debieron a que sus beneficios fueron muy inferiores a las expectativas de los inversores: lo previsto es que Meta hiciera una provisión del 83% de su beneficio, por ajustes contables derivadas de la nueva Ley de Trump (BBB, Big, Beautiful Bill). Así lo hizo Meta y su resultado se resintió. Pero era lo previsto y lo esperado. A los inversores preocupa que Meta no sepa ubicar la IA en sus plataformas y redes sociales, y que no desarrolle productos y servicios, para los que su inversión en Inteligencia Artificial, dé alto rendimiento.
Por lo demás, los ecosistemas que rodean a estas empresas BigTech, también han reportado resultados récord: en ciberseguridad, Palo Alto Networks y CrowdStrike salieron por la puerta grande. Las empresas provisoras de chips y procesadores, también, incluida Intel Corporation y Qualcomm, TSMC, ASML, AMD y, cuando los presente, NVIDIA. Los fabricantes de ordenadores -HP, Lenovo, Apple, ASUS, Dell Technologies- aumentan sus ventas 10% gracias a los procesadores y capacidades de IA embebidas en sus equipos. Los líderes del software empresarial, Microsoft, Oracle, SAP, Salesforce, SAS, siguen la misma línea y, además, apuestan (como el resto) por Agentic AI. Las empresas de networking, software, seguridad y servicios como Cisco Systems, HPE Aruba Networking & Juniper Networks viven un momento empresarial expansivo. Como los integradores de tecnologías de nueva generación, desde Ingram Micro a Kyndryl, por ejemplo.
Las TIC Digitales en España
Lo cual, nos lleva al mercado tecnológico español. Las empresas norteamericanas antes mencionadas y otras muchas (75.000 compañías TIC en total, que dan empleo directo a medio millón de personas) también reproducen en España los buenos resultados de sus casas matrices. Pero no hay que olvidar que las grandes empresas de telecomunicaciones tienen mucho peso en el sector tecnológico español.
España tiene un integrador de tecnologías de nueva generación propio, Telefónica Tech. El martes 4 de noviembre, Telefónica anuncia el primer plan estratégico de la era Marc Murtra (presidente, que sustituyó a José María Álvarez-Pallete). Al escribir estas líneas, solo ha trascendido del plan -celosamente guardado- que la nueva dirección quiere aumentar el tamaño mediante compras: se barajan las opciones de Vodafone y de 1&1. El problema para Telefónica sería hacer compras millonarias sin incrementar deuda (hoy, de 28.000 millones de euros), que lleva años queriendo reducir. La remuneración al accionista vía dividendos se reduciría, lo que afectaría a inversores tan emblemáticos como la estatal SEPI, CriteriaCaixa y BBVA, entre otros. La Digitalización, se ha dicho, será otra de las grandes apuestas de la nueva Telefónica, lo que supondría fortalecer Telefónica Tech, única empresa del grupo que crece a doble dígito. Lo sabremos el 4 de noviembre…
También en Telecomunicaciones y Conectividad, España tiene a un líder europeo, Cellnex Telecom, cuya estrategia corporativa no es hoy expansiva, sino de consolidación. Y de remuneración del accionista. Dos factores, éstos, que van en dirección opuesta a la de Telefónica. También es verdad, que los operadores de telecomunicaciones tienen que reinventarse (llevamos con esta cantinela quince años), versus la gestión de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas, que lidera Cellnex Telecom en Europa, y que es un negocio de moda y en expansión. Las tecnologías DAS de Cellnex Telecom que permiten máxima conectividad de datos e Internet, en entornos cerrados con cientos de miles de personas, son altamente apreciadas, puesto que, en los últimos años y tras el encerrón de la pandemia, los eventos multitudinarios vuelven a estar de moda y el consumidor no está dejando de gastar lo que sea, con tal de ver y escuchar a Taylor Swift. Igualmente, tecnologías que permiten mantener la conectividad de los servicios de emergencias, policías, ambulancias, bomberos, hospitales, en circunstancias extremas, sea la (desgraciadísima) DANA de hace un año; el “apagón” del 28 de abril pasado, o los incendios de este verano, lo cierto es que, desde operadores de telecomunicaciones a cadenas de televisión, todos requieren los servicios de conectividad de Cellnex Telecom.
Al mismo tiempo, la transformación digital está siendo empujada por las grandes empresas sistémicas españolas, que son las que tienen recursos para invertir masivamente en las nuevas tecnologías de la Digitalización. Es el caso de la entidad financiera líder del mercado español, CaixaBank: cara al mercado, con Imagin, tiene 12,2 millones de clientes digitales. E, internamente, con CaixaBank Tech, apuesta por Inteligencia Artificial y Quantum Computing, por ejemplo, e invierte 5.000 millones de euros (Plan Cosmos) en esas tecnologías, entre 2025 y 2027, dentro de su nuevo Plan Estratégico.
Y Fundación “La Caixa”, líder europeo en compromiso social, RSE, ESG y Sostenibilidad, según el Estudio Advice de Éxito Empresarial 2025, también apuesta por las tecnologías de la digitalización: con entidades 100% propias, IrsiCaixa y CaixaResearch, impulsa la investigación médica y en biotecnología, usando IA y Quantum, para erradicar el cáncer, el sida y COVID, por ejemplo. Al mismo tiempo, desde otras instituciones también suyas (CaixaForum, CosmoCaixa, EduCaixa) trabaja para cerrar la brecha digital de pymes, autónomos y población general.
El Corte Inglés, desde el liderazgo en Retail, impulsa la digitalización de 100.000 pymes en el comercio, alimentación, moda y distribución. El resto de retailers en España, sigue sus pasos.
Para acabar, la incógnita de INDRA. Durante una década, con Minsait, fue una destacada empresa tecnológica española: todavía, hoy, las TIC generan el 63% de las ventas. Pero la geopolítica actual, que pone énfasis en la inversión en Defensa, ha derivado en que en el accionariado de INDRA haya entrado con fuerza el estado español, que quiere posicionar la empresa como líder español en Defensa. También la Defensa necesita tecnología, desde conectividad a ciberseguridad, por ejemplo. Los contratos públicos de Defensa aterrizan en INDRA.
Más pronto que tarde, la empresa, de la mano de sus accionistas, habrá de despejar la incógnita de qué quiere realmente ser: firma de Defensa, empresa tecnológica o ambas. Por ahora, solo ha trascendido la intención de vender Minsait al mayor precio posible…