El mercado de medios de pago digitales crece en plena 'tormenta perfecta'

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Las transacciones electrónica digitales crecerán en los próximos años por encima del 12% pese a obstáculos que pueden ensombrecer esta evolución positiva. Los nuevos entrantes tienen grandes oportunidades mientras que hay frenos a la innovación y la banca tradicional tiene problemas para crear nuevos ecosistemas en este mercado. La fortaleza actual de la demanda podría llevar a algunos bancos a no buscar un papel central en este escenario que emerge, dice un estudio.

Los pagos digitales están en pleno auge, especialmente en los mercados en desarrollo, según el informe World Payments Report 2018 publicado hoy por Capgemini y BNP Paribas, que estudia las relaciones entre los bancos y los nuevos entrantes en las operaciones de pagos en 16 países.

Evolución en cifras
El documento pronostica que las transacciones electrónicas alcancen a nivel mundial una tasa de crecimiento anual compuesto del 12,7% hasta 2021, tras el incremento del 10,1% entre 2015 y 2016, cuando el volumen llegó hasta los 482.600 millones. Un incremento procedente principalmente de mercados en desarrollo, con Rusia, la India y China como actores más notables durante ese periodo, con aumentos del 36,5%, 33,2% y 25,8%, respectivamente mientras que los mercados maduros, por su parte, mantuvieron un crecimiento sostenido superior al 7%.

Los mercados en desarrollo están llamados a registrar una TCAC del 21,6% a lo largo de los próximos cinco años, liderados por la región de Asia emergente con un 28,8%. Se espera que los mercados en desarrollo representen cerca de la mitad de todas las transacciones electrónicas llevadas a cabo en el mundo en 2021, superando por primera vez a los mercados maduros, donde en la actualidad se realizan el 66,3% del total.

Hacia la tormenta perfecta
Según el estudio, hay incertidumbres en lo que respecta al panorama de la innovación en este segmento en los pagos “a medida que las bigtech dejan sentir su entrada en el sector, y las empresas tradicionales se enfrentan a la complejidad técnica y regulatoria en el desarrollo de nuevos ecosistemas colaborativos de pagos” que se tienen que crear entre ambos tipos de actores.

 

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La alteración radical del mercado de pagos se acelera en un momento en el que las nuevas tecnologías se están asentando y las bigtech y fintech despliegan sus estrategias. Por ejemplo, el uso de e-wallets o carteras electrónicas está en alza y supone una importante oportunidad de mercado para los proveedores de medios de pago no tradicionales. En 2016, supusieron el 8,6% de las transacciones digitales, un total de 41.800 millones. De entre estas, las bigtech fueron responsables de transferencias del 71%, esto es, 29.700 millones.

Obstáculos al desarrollo
Por si fuera poco, existen retos de complejidad regulatoria y técnica para el desarrollo de nuevos ecosistemas de medios de pago innovadores que se unen a la expectativa del nivel de seguridad actual. Solo el 38% de los ejecutivos de banca encuestados para el informe afirmó que estuviera ‘planificando jugar un papel central’ en relación con los nuevos ecosistemas de pagos.

En este sentido, Anirban Bose, CEO de la unidad de Servicios Financieros de Capgemini y miembro del Consejo Ejecutivo del grupo, señala que  “la fortaleza de la demanda de pagos digitales, especialmente en los mercados en desarrollo, puede cambiar la decisión de algunos bancos de no buscar un papel central en el nuevo ecosistema de pagos emergente”. No obstante, en su opinión, con su significativa cuota de mercado en la industria de pagos y la implementación de nuevas tecnologías, los bancos están en una posición única para darle forma al mercado. También pueden crear nuevos canales de ingresos a través de relaciones innovadoras de colaboración con fintech y la participación activa por parte del conjunto de la comunidad de servicios financieros”.

Por otro lado, al igual que la banca, los responsables de tesorería y finanzas de las empresas también deberían considerar su papel en el nuevo ecosistema tanto en cuanto esperan servicios de valor añadido que sean seguros, eficientes y globales, y podrían codiseñar estos productos con la banca. Al respecto, Bruno Mellado, responsable de Pagos y cuentas internacionales por cobrar de BNP Paribas, subraya que  “los grandes usuarios de servicios de pago están llamados a ser también grandes protagonistas de la evolución de la industria de pagos. Sin su participación, los proveedores de estos servicios se pierden una oportunidad vital de dar forma a nuevas ofertas de transacciones bancarias, como sucede en la agregación de efectivo, la previsión de efectivo y la tesorería automatizada. Estas ofertas podrían proporcionar a los responsables de tesorería de las empresas los medios para ir más allá de un papel meramente táctico u operativo e ir hacia un rol más estratégico para sus empresas”.

En definitiva, el desarrollo del escenario de las nuevas formas de pago no dependerá únicamente de las iniciativas bancarias. Los actores de la comunidad de los servicios financieros –incluidas organizaciones del sector público, reguladores y terceros interesados– deberán determinar sus nuevos roles y trabajar juntos con los grandes usuarios de sistemas de pago con el fin de garantizar el desarrollo de un ecosistema de pagos fluido, equilibrado y sólido.