Estas son las tendencias que impactarán en el futuro del automóvil

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Estas son las tendencias que impactarán en el futuro del automóvil

La pandemia desincentiva el uso de la movilidad compartida y los consumidores demandan que sus vehículos cuenten con nuevos servicios conectados integrados, pero no se muestran muy dispuestos a pagar por ellos. Esto puede impactar en el futuro del sector, según un estudio de PwC, en el que analiza también cómo van a evolucionar cuestiones clave como la conectividad, la autonomía o la energía que consumen.

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Un estudio de PwC sugiere que el coche autónomo está más lejos hoy que antes de la pandemia, ya que su impacto drástico en las ventas y la producción del sector, lo que tendrá consecuencias en las inversiones que se realicen. Según el Digital Auto Report 2020, este tipo de automóviles serán realidad más allá de 2035, aunque circularán en esa fecha, pero no llegarán al 1%

En este estudio, PwC hace un análisis de cómo van a evolucionar, de aquí a 2035, los cuatro grandes ejes que están marcando el futuro del automóvil.

Por un lado, la conectividad, que se verá impulsada por las exigencias regulatorias en la Unión Europea y Estados Unidos. En la UE se espera que en 2025 el parque de vehículos totalmente conectados supere el 50%, en EE.UU. se prevé que este nivel se alcance en 2023 y en China, sin embargo, habrá que esperar hasta 2029.

Por otro, la autonomía. En este punto, el documento destaca que la conducción autónoma irá evolucionando con una amplia gama de casos de uso, pero todavía tendrán un carácter marginal. En 2035 el porcentaje de vehículos en la segunda fase más avanzada de autonomía (L4) será del 14% en la UE y del 15% en China.

En lo que respecta a la movilidad compartida, el informe concluye que la situación generada por la pandemia y la caída de las inversiones en el vehículo autónomo van a ralentizar la transición hacia los nuevos modelos de movilidad.

Finalmente, en lo que respecta a la evolución hacia coches eléctricos, la UE y China son los mercados que están liderando esta transformación. Se espera que en 2025 la proporción de coches nuevos con batería eléctrica (BEV) en estas áreas geográficas sean del 17% y del 19%, respectivamente.  EE.UU., en cambio, apenas llegará al 5% debido a la falta de incentivos de las autoridades norteamericanas.

El estudio también incluye la opinión de los consumidores, lo que puede ser una anticipación de las tendencias. En este sentido, la pandemia desincentiva el uso de la movilidad compartida y los consumidores demandan que sus vehículos cuenten con nuevos servicios conectados integrados, pero no se muestran muy dispuestos a pagar por ellos.

Además, constata que el coche híbrido gana popularidad y que la conducción autónoma genera expectación. Los consumidores esperan poder disponer de vehículos autónomos en la primera parte de la década de 2030, primero en el ámbito del transporte y, más adelante, en el vehículo privado. De hecho, el 66% de los entrevistados usarían los vehículos autónomos y, de ellos, el 75%, se declara dispuesto a pagar una tarifa ‘premium’, de entre el 2% y el 5% adicional al  precio normal del trayecto.