Estos son los principales beneficios del low-code en el desarrollo de aplicaciones
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Según Gartner, en 2025, el 70% de las nuevas aplicaciones desarrolladas por empresas utilizarán tecnologías de low-code o no-code. Ventajas como la reducción de los tiempos de desarrollo e implementación o el abaratamiento de los costes de desarrollo figuran entre sus principales ventajas.
El uso de aplicaciones no deja de crecer, y eso ha supuesto que las empresas hagan una mayor inversión en ellas para su desarrollo y el low-code se ha convertido en una opción viable para las empresas. Su impacto será importante en todos los sectores. Así lo sostiene Gartner, que espera que para 2025, el 70% de las nuevas aplicaciones desarrolladas por las empresas utilizarán tecnologías de low-code o no-code, frente a menos del 25% en 2020.
Los expertos de la consultora digital atSistemas han reunido las cinco principales ventajas de su uso para explicar el crecimiento que están experimentando. Estas son sus conclusiones:
Mayor rapidez en la entrega del producto final
El desarrollo de una aplicación con tecnología low-code permite acelerar y simplificar la creación de la misma. Así lo reflejan los datos de un estudio realizado por Barcelona Digital Talent, que confirma que esta tecnología reduce el tiempo de implementación entre un 50% y un 90% dependiendo de cada caso. Al utilizar tecnologías gráficas y declarativas en lugar de programación, las aplicaciones se pueden crear en unos pocos días o incluso horas ya que la parte más tediosa y larga, el esfuerzo de programación, se elimina de la fase de la creación. Suponiendo una reducción de tiempo de desarrollo ya que el modelo de base de datos, la lógica de negocio y la interfaz de usuario se modelan en vez de programarse, lo que por ende supone un ahorro de tiempo y costes.
Mejora del producto constante
En el entorno tecnológico cambiante en el que nos encontramos, las aplicaciones deben ser actualizadas de forma periódica y es ahí donde entran en juego las plataformas de desarrollo low-code que, utilizando muy poco código, y basándose en módulos ya creados, permiten mejorar, cambiar y actualizar una aplicación. Esto supone un alto porcentaje de reutilización de código que permite mantener la aplicación actualizada en todo momento, reduciendo los tiempos de implementación de nuevas características a la vez que abaratar costes de manutención de la aplicación.
Menos necesidad de perfiles específicos
El low-code permite a los usuarios de la empresa con poca experiencia formal en codificación, como los analistas de negocio o los gestores de proyectos, desarrollar aplicaciones, aliviando la necesidad de los desarrolladores de aplicaciones tradicionales. Algo esencial en el panorama actual de escasez de talento tecnológico. Según datos de la UGT, España solo está generando 56.000 expertos tecnológicos por curso lectivo, frente a los 173.000 puestos necesarios para cubrir la demanda del sector de media según la Brújula Digital de la Unión Europea. La utilización de low-code permitirá en estos casos a las empresas crear aplicaciones, sin la necesidad de tener una persona especializada en su desarrollo.
Abaratamiento de costes de desarrollo
La menor necesidad de perfiles especializados, además de la reducción de los tiempos de desarrollo e implementación y la reutilización de código llevan a un abaratamiento de los costes de producción de las aplicaciones. Así lo respaldan los datos de Barcelona Digital Talent, que estiman que la aplicación de esta tecnología en el desarrollo de aplicaciones reduce hasta el 70% de los costes. A medida que las empresas empiecen a utilizar esta tecnología en el desarrollo de aplicaciones, estas podrán ser más competitivas en el mercado ofreciendo aplicaciones de mayor calidad a un menor precio.
Adaptabilidad a cada sector
La fácil adaptación de esta tecnología a cada sector es uno de sus principales puntos fuertes. Tanto es así que según datos de Statista, la demanda mundial en tecnología low-code incrementó un 23% entre 2020 y 2021, un crecimiento mucho más pronunciado que el obtenido por tecnologías de la información, del 6%. Y esto se debe a que el low-code permite un desarrollo rápido con funcionalidades básicas, para luego evolucionar y perfeccionar las aplicaciones a demanda de las necesidades del mercado y de cada empresa.
Como resume Ignacio Montero Jiménez, responsable de Negocio de Arquitectura y Desarrollo de atSistemas, “sin duda alguna, ya ha llegado una nueva forma de entender el desarrollo de aplicaciones. El low-code es una evolución de los paradigmas de programación que permite a las empresas adaptarse a un nuevo contexto digital en el que cada vez es más importante asumir el reto de una manera más rápida y eficiente debido al cambiante entorno en que vivimos. Es así como con la utilización de low-code las empresas podrán acelerar, simplificar y adaptar notablemente su proceso de desarrollo para alinearlo en tiempo y forma con las imperantes necesidades de negocio” .