Nueva edición del informe "La sociedad digital en España": progresa adecuadamente

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La hiperconectividad está transformando la vida las personas, con importantes cambios que se están produciendo ya, pero que serán más marcados todavía en el medio largo plazo por la llegada de 5G, una adopción más amplia de la inteligencia artificial en el hogar, el debate sobre el uso y propiedad de los datos o la irrupción de las fake news, según el nuevo informe "La sociedad digital en España", de Fundación Telefónica.

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Según esta nueva edición del informe, las tecnologías digitales están provocando que la sociedad sea cada vez más digital, con usuarios que se convierten en ciudadanos digitales, con sus derechos en el centro del debate y con la hiperconectividad como “oxígeno del mundo digital”.

Así, de acuerdo con  el informe, en España hemos dado los primeros pasos hacia la nueva generación móvil 5G, clave para la transformación digital de la economía y la sociedad, y ya somos líderes en el despliegue de redes de ultra banda ancha inteligente, dinámica y sostenible.

En 2018 el parque de líneas móviles siguió sumando clientes en España y cerró septiembre con la cifra récord de 53,4 millones, un 2,9 % más que el año pasado, que contaba 51,8 millones de líneas. Esto supone que la penetración es ya de 114 líneas por cada 100 habitantes, por encima de la media global, fijada en 104 por cada 100 habitantes. La cobertura de las redes 4G (LTE) alcanzó al 97,2 % de la población, cuando en 2014 era de solo un 47,8 %.

Además, España tiene un nivel de penetración de fibra óptica hasta el hogar del 71%, cifra superior a la suma de los porcentajes de Reino Unido, Francia y Alemania juntos. Y en el marco de la OCDE nuestro país únicamente es superado en hogares con fibra por Corea del Sur y Japón.

Hiperpersonalización de los servicios y privacidad de los datos
Con el análisis masivo de datos mediante algoritmos de inteligencia artificial se está avanzando en hiperpersonalización, un aspecto en el que España se encuentra 18 puntos porcentuales por encima si  se compara el dato con Europa Occidental (39%).

Pero para poder ofrecer servicios personalizados es clave generar confianza digital. Para el 82,9% de la población española la privacidad de sus datos en la red es muy importante (87% en 2017). En general, los usuarios españoles son reacios a ceder sus datos para recibir ofertas personalizadas de productos y servicios: solo un 1,5% de la población lo haría y un 4,2% cedería sus datos a cambio de dinero.

Inteligencia artificial e Internet de las Cosas

Son dos tecnologías en auge en la nueva realidad digital. España ya cuenta con una red de ciudades inteligentes que se extiende a 65 urbes, entre ellas Barcelona, que acaba de ser elegida, junto a Singapur y Londres, como una de las ciudades más inteligentes del mundo. La ciudad condal ha creado alrededor de 47.000 empleos mediante la implementación del Internet de las Cosas, se ha ahorrado 42,5 millones en agua y ha generado un extra de 36,5 millones cada año gracias a las soluciones de aparcamiento inteligente. Comenzaron además a aparecer en las fábricas españolas los cobots: robots que colaboran con los empleados, con los que comparten espacio y que mejoran las condiciones laborales de las personas, como el riesgo de sufrir lesiones por tener que hacer tareas repetitivas.

El año 2018 fue también el de los asistentes de voz para España: aunque han existido desde hace años, la llegada de Aura de Telefónica, Amazon Echo y Google Home, prometiendo una verdadera inteligencia artificial capaz de ayudar al usuario, ha revitalizado el mercado. Telefónica, de hecho, lanzó en otoño su asistente para el hogar, Movistar Home, dotado con Aura, la inteligencia artificial de Telefónica, y pensado para gestionar a través de la voz los contenidos de Movistar+, así como las comunicaciones y la conectividad del hogar de los clientes de la operadora.

Por otro lado, el informe señala que en España existen al menos 10.000 puestos de trabajo sin cubrir en el sector digital por falta de perfiles cualificados: ingenieros de software y programadores full-stack; especialistas en big data, business intelligence y tratamiento de datos; diseñador visual de interfaces (UI) o de experiencia de usuario (UX), ingenieros especializados en robótica y expertos en metodologías agile, etc.

El estudio también pone de relieve que la gente cada vez habla menos por teléfono y utiliza cada vez más las aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Facebook Messenger o Telegram), que crece de forma imparable como primera forma de comunicación.

Además, destaca que uno de cada tres hogares conectados a Internet contrata plataformas de pago para ver contenidos audiovisuales online, que aumenta el uso de la smart TV y que empieza a igualarse el tiempo que los españoles pasan delante de la pantalla de televisión y el que pasan ante otro dispositivo, ya sea móvil o tableta.

La desinformación
Por otro lado, sostiene las noticias falsas o fake news siguieron siendo protagonistas en 2018. Las nuevas tecnologías han adquirido una capacidad de propagación y un impacto viral impensable hace unos años y que afecta a diversos ámbitos, incluido el desarrollo de las elecciones en países democráticos. El año pasado, varios analistas advirtieron del peligro de aplicar la inteligencia artificial para fabricar noticias falsas en formato audiovisual, lo que se bautizó como deepfake o mentiras profundas: una serie de algoritmos que se conocen como modelos generativos ya son capaces de generar expresiones y gestos faciales para simular intencionadamente discursos que no existen.

La consultora Gartner prevé que para 2022 la mayoría de los ciudadanos de países de economías maduras consumirá más información falsa que verdadera.

Todos los cambios que nos conducen a la sociedad digital provocan la necesidad, según los autores, de “un marco ético en el que la tecnología esté al servicio de las personas, que deben estar al frente de una transformación que amplíe las posibilidades y proyección personal de los ciudadanos”.