Las nuevas tecnologías de pago, una oportunidad perdida para la banca si no reacciona

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Si las entidades bancarias no se adaptan a los nuevos métodos de pago, dejarán de ingresar 280.000 millones de dólares. Así lo concluye el informe de Accenture "Banking Pulse Survey: Two Ways To Win", que sugiere que los bancos no están liderando y aprovechando su posición para posicionarse en pagos digitales.

Los bancos de todo el mundo se juegan hasta el 15% de sus ingresos, 280.000 millones de dólares, si no reaccionan ante el crecimiento de los pagos digitales y la gran competencia de entidades no bancarias, a medida que los pagos sean más inmediatos e invisibles.

Según este nuevo estudio de Accenture, los ingresos globales por pagos se incrementarán a un ritmo del 5,5% anual, de los 1,5 billones de dólares en 2019 a más de 2 billones en 2025. Sólo los bancos que cambien sus modelos de negocio para adoptar las últimas tecnologías y se centren en ofrecer servicios de valor añadido conseguirán obtener parte de esos 500.000 millones de crecimiento en ingresos.

Para Fernando Rufilanchas, managing director de servicios financieros en Españaa, vamos a un mundo dominado por pagos instantáneos, gratuitos e invisibles, que puede representar un problema para los bancos y, al mismo tiempo, se trata de una oportunidad de introducirse en un nuevo modelo de negocio basado en este boom digital. “En lugar de estar liderando la ola de los nuevos sistemas de pago, los bancos solo sienten la presión de sus competidores al tiempo que ven sus márgenes estrecharse”, afirma.

El informe explica que, durante los próximos seis años, los bancos se enfrentarán a una mayor presión en sus ingresos por transacciones y tasas, con los pagos gratuitos poniendo el 8% de los ingresos en riesgo. La competencia de entidades no financieras en pagos invisibles (en los que los pagos se completan en una cartera virtual, dentro del teléfono o una aplicación) pondrán el 3,9% de los ingresos también en riesgo. Los pagos instantáneos (en los que el capital se transmite en tiempo real y con un pequeño o escaso interés para los bancos) podrían poner un 2,7% adicional también en riesgo.

Estos, además, se producirá en un contexto en el que la regulación favorece la reducción de tarjetas, de cuyas operaciones vendrán menos ingresos, y en el que la tecnología está desplazando el rol de los bancos en los pagos.

Conciencia de los desafíos
El estudio muestra que el sector es consciente de los retos que tiene en este campo. De hecho, el 71% de los ejecutivos encuestados coinciden en que los pagos están pasando a ser gratuitos; el 73% afirma que los pagos son invisibles o lo serán en los próximos 12 meses; y finalmente, el 78% que los pagos son instantáneos o lo serán de aquí al próximo año.

En respuesta a estos desafíos del mercado, el 18% de los encuestados sostiene  que la principal prioridad de los bancos debería ser la implementación de una mayor seguridad en los pagos; y aproximadamente el 22% menciona la inteligencia artificial, la robótica, el aprendizaje automático y los nuevos payments hubs como las principales capacidades que deben ser incluidas en su sistema central para lograr flujos de pagos continuos y de alta velocidad.

El estudio de Accenture se basa en un análisis del modelo ingresos-riesgo cuyo objetivo es medir las tendencias de pago de los consumidores y los cambios previstos en su comportamiento, tecnología y regulación. Este estudio se complementa con una encuesta a 240 ejecutivos de 22 países diferentes (entre ellos, no está España) para determinar cómo se podría mitigar y aprovechar la disrupción en los pagos para aumentar la fidelidad, los ingresos y la rentabilidad del cliente.