Una tienda de Nestlé en España ya permite pagar con una solución de reconocimiento facial

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El mundo está cambiando y a gran velocidad. Se pone de relieve cada vez que hay un gran avance pero también cuando se producen pequeñas innovaciones, y éste es el caso: ya existe una tienda de alimentación en España en la que se puede pagar por reconocimiento facial.

CaixaBank, Nestlé Market y el Payment Innovation Hub han puesto en marcha la primera solución de pago con reconocimiento facial en una tienda en España. Se trata de un sistema que permite pagar compras únicamente con la cara, sin necesidad de usar un medio de pago físico, sea este una tarjeta bancaria, un móvil o dinero en efectivo.

La experiencia piloto, que se puso en marcha en una tienda Nestlé Market de la localidad barcelonosa de Esplugues de Llobregat, estará en funcionamiento durante los próximos tres meses y, en ese tiempo se analizará cómo se adapta esta tecnología a las necesidades del comercio minorista, especialmente en periodos de alta demanda, como la campaña navideña. El sistema puede ser utilizado por cualquier cliente que quiera hacerlo, sea cual sea la entidad financiera de su tarjeta o su modelo de móvil.

El proyecto se ha desarrollado conjuntamente entre CaixaBank, la dirección financiera de Nestlé España y los servicios jurídicos y tecnológicos de la compañía y el equipo del Payment Innovation Hub, una una alianza multisectorial formada por CaixaBank, Global Payments Inc., Visa, Samsung y Arval).

Una tecnología sin barreras de entrada
Para usar la solución, el usuario solo tendrá que descargar, antes de efectuar la primera compra, la aplicación Face to Pay Nestlé Market, disponible tanto para Android en Google Play como para iPhone en App Store, y registrar en ella sus datos personales, su tarjeta y la imagen de su cara.

Una vez finalizado el proceso de alta, podrá pagar su compra en el Nestlé Market, donde se ha habilitado una caja rápida exclusiva dotada de una tablet con cámara y conexión a Internet.

En el momento de efectuar el pago, el cliente tiene que hacerse un selfie con la tablet de caja. El sistema compara esa imagen con el patrón biométrico almacenado en la base de datos general a partir de la fotografía registrada en el momento del alta. Si hay coincidencia, se procede al pago, sin que el cliente tenga que utilizar ningún otro medio de pago físico (tarjeta, móvil o dinero en efectivo), más allá de la foto de su cara.