Recuperación y avance: la adaptación de la infraestructura tecnológica a raíz de la Covid-19

  • Opinión

Mauro Lotti Lenovo

Probablemente recordaremos el 2020 como uno de los años más turbulentos de la historia económica actual, pero también como un ejemplo esperanzador de la capacidad de los negocios para adaptarse ante la rápida evolución de los acontecimientos. Si bien los problemas actuales que rodean la Covid-19 generan una gran incertidumbre, probablemente se resolverán con el tiempo y lo aprendido en este año resultará de un increíble valor a la hora de conformar el panorama tecnológico empresarial del mañana.

Tribuna de Opinión de Mauro Iotti, SDI & SW BU Director, Lenovo Data Center Group, EMEA

Para la mayoría de las empresas, la repercusión de la pandemia ha acelerado la ya de por sí acuciante necesidad de una transformación digital, y destacado las áreas de potencial vulnerabilidad operativa en los cada vez más numerosos modos de trabajar de forma remota y fragmentada. Para el responsable de la tecnología, se pone de relieve el reto de equilibrar los requisitos operativos inmediatos, como la distancia social y el trabajo remoto, con los objetivos a largo plazo de escalado de la infraestructura tecnológica, la modernización de los datos, la eficiencia operativa y el control de los costes.

Mientras que las restricciones de los lugares de trabajo siguen ampliamente en vigor, la pregunta que se realizan ahora los responsables tecnológicos es si su infraestructura empresarial actual se encuentra adecuadamente equipada para responder ante la presión de las necesidades de la Covid-19, y puede seguir siendo la base para las funcionalidades respecto a los datos que serán necesarias en los próximos cinco a diez años.

El impacto en el sistema

Todo cambio requiere de un catalizador. En todos los sectores y tipos de negocios, la fuerza exógena aparecida a principios de 2020 trajo consigo un exhaustivo mapa de ruta y planificación de escenario que pocos habrían sido capaces de prever. En medio de todas estas complejas circunstancias, las nuevas y principales prioridades debían ser la continuidad del negocio, la seguridad de los trabajadores y la seguridad tecnológica para el trabajo remoto, todo ello sujeto a una rápida toma de decisiones e inversión.

En los meses que siguieron, estas medidas provisionales han evolucionado hasta convertirse en los procedimientos habituales. La continua incertidumbre en torno a la pandemia, junto con la continuidad de la distancia social, significa que la tecnología virtualizada, el trabajo y el soporte en remoto son el estado en que continuará todo por el momento. Y los negocios han tenido tiempo de valorar si su infraestructura actual es capaz de admitir y escalar estos procesos en evolución, como la virtualización de puestos de trabajo, la colaboración entre empleados y la seguridad tecnológica.

Desde nuestra posición neutral en los mercados, Lenovo ha observado cómo se han gestionado todos estos impactos en los distintos sectores. Hemos visto a clientes de la industria petrolera adaptarse a la violenta volatilidad del mercado al tiempo que implementaban el soporte remoto para gestionar la distancia social en las plataformas ubicadas en emplazamientos de difícil acceso. También en el sector de la automoción, nuestros clientes han estado lidiando con el desplome en la demanda, que venía a sumarse a planteamientos a largo plazo como la mayor mecanización y el uso más eficiente de los trabajadores. Y en el sector de bienes de consumo, los negocios han experimentado en primera persona la necesidad de unas sólidas operaciones de la cadena de suministro en su carrera para satisfacer el pico inicial en la demanda de productos esenciales.

Estos ejemplos ponen de manifiesto algunas de las demandas a más corto plazo a las que se enfrentan los responsables tecnológicos para asegurar que su infraestructura es capaz de responder en momentos de estrés. También muestran que existen más oportunidades que ayudarán a dar forma y cambiar los negocios y las industrias en las que operan.

Conformando la visión a largo plazo

Al tiempo que se abordan estos requisitos e inquietudes a corto plazo, los responsables de la tecnología siguen necesitando prestar la suficiente atención a sus objetivos a más largo plazo. El crecimiento exponencial de los datos, los cambios en la forma de trabajar y los problemas cada vez más complejos en materia de seguridad requieren una gestión sólida de los datos y nuevos enfoques para procesarlos a escala.

Cuando las empresas experimentan las limitaciones de la tecnología heredada a la hora de responder rápidamente a las demandas, es que se hace patente la necesidad de una infraestructura hiperconvergente (HCI).

HCI virtualiza todos los elementos de los sistemas de hardware tradicionales, como la computación virtualizada, el almacenamiento definido por software y las redes virtualizadas, reduciendo la carga de recursos para gestionar la tecnología. Es más, HCI aporta mayor fiabilidad, dando a las empresas la posibilidad de tener una infraestructura ágil que responda más rápido ante los cambios que los responsables de la toma de decisiones deben abordar, como la incertidumbre que trae la Covid-19.

La continuada expansión de los datos también ha traído consigo la necesidad de la computación perimetral. Las tecnologías perimetrales acercan la computación a la fuente de los datos para reducir la latencia y el uso del ancho de banda. Esto se traduce en menos procesos en la nube que se mueven a ubicaciones locales, como el ordenador de un usuario, un dispositivo de IoT o un servidor perimetral, minimizando la cantidad de comunicaciones a larga distancia necesarias entre cliente y servidor. Por lo tanto, las implementaciones perimetrales serán un inductor fundamental para la eficiencia, y también para la gestión de costes.

En lo referente a las empresas, estas consideraciones deben inmediatamente formar parte del debate estratégico, y no postergarse como prioridades “post-pandemia”.

Juntos, más rápido

El mundo post-Covid-19 viene pisando el acelerador, y los negocios necesitan aprovechar soluciones fiables y contrastadas para adaptarse a este nuevo panorama. Antes de la Covid-19, los planes empresariales para moverse hacia un centro de datos automatizado con hiperconvergencia, o hacia la nube en algunos casos, podían parecer aspiraciones a largo plazo. Hoy, en todos los sectores, los negocios han tenido que cambiar su mapa de ruta y mover sus inversiones a otras prioridades, y esto necesita de una infraestructura ágil que también reduzca los gastos para sobrevivir en estos momentos turbulentos.

Para poder otorgar a las empresas la agilidad y fiabilidad que necesitan en sus requisitos de aplicaciones, Lenovo se asocia con Microsoft para ofrecer Azure Stack HCI en nuestras plataformas. Esta solución conjunta ayuda a proporcionar las funcionalidades remotas necesarias para gestionar los requisitos relacionados con la Covid-19, ya sea de forma tradicional en las instalaciones, en la nube, en hiperconvergencia o en un entorno perimetral.

Con la sólida base de 25 años de colaboración, esta oferta combina las últimas tecnologías de Microsoft con nuestras contrastadas soluciones de Lenovo, ofreciendo centros de datos fiables, seguros y de alto rendimiento a los clientes empresariales. Estas soluciones permiten a las organizaciones ejecutar máquinas virtuales o sistemas hiperconvergentes y usar Windows Admin Centre para conectar con los servicios de nube de Azure, compatibilizando así rendimiento y coste en los escritorios virtuales, computación y almacenamiento de datos de alta capacidad, y también SQL de alto rendimiento.

Para ir por delante de la situación y encontrar la infraestructura tecnológica altamente flexible necesaria para responder ante la situación actual, las empresas pueden contar con en el software de confianza de Microsoft y la fiabilidad de las soluciones de Lenovo para respirar tranquilos a corto y largo plazo.

Mauro Iotti, SDI & SW BU Director, Lenovo Data Center Group, EMEA