2026 será un año decisivo para la integración de la tecnología en la estrategia empresarial
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Capgemini anticipa que 2026 será el año de pasar de la prueba de concepto al impacto real. La integración de la IA, la evolución del cloud, las operaciones inteligentes y la soberanía tecnológica marcarán un cambio profundo en la manera en que las empresas diseñan sus estrategias.
Capgemini ha publicado su informe “TechnoVision: Las 5 principales tendencias tecnológicas a tener en cuenta en 2026”, en el que destaca las tecnologías que alcanzarán un punto de inflexión el próximo año. Si bien la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa (Gen AI) siguen siendo fundamentales, su influencia se extiende ahora al desarrollo de software, las arquitecturas en el cloud y las operaciones empresariales. Estas tendencias reflejan un cambio hacia una mayor integración, resiliencia y valor empresarial tangible.
Tecnologías a tener en cuenta en 2026
1. La IA como columna vertebral del software
Capgemini señala que la inteligencia artificial deja atrás la fase de experimentación y pasa a ser el núcleo de la arquitectura empresarial. El ciclo de vida del desarrollo de software se transforma: los desarrolladores ya no escriben código línea por línea, sino que expresan intenciones y objetivos, mientras la IA genera y mantiene los componentes. Esto acorta los tiempos de entrega, mejora la calidad y abre la puerta a sistemas más adaptables y soberanos.
La gobernanza y la supervisión humana siguen siendo esenciales para garantizar confianza y resiliencia, lo que obliga a reciclar perfiles de desarrollo hacia nuevas competencias en pensamiento sistémico y coordinación de agentes.
2. Cloud 3.0: todas las variantes del cloud
El informe describe una nueva fase en la evolución del cloud, donde las arquitecturas híbridas, privadas, multicloud y soberanas dejan de ser nicho y se convierten en fundamentales. La IA a gran escala no puede depender únicamente del cloud público clásico, por lo que edge y cloud funcionan como una estructura inteligente unificada.
Las interrupciones globales y las tensiones geopolíticas aceleran la diversificación y la resiliencia, obligando a las organizaciones a rediseñar arquitecturas para garantizar rendimiento, portabilidad y autonomía estratégica. Este modelo añade complejidad, pero también ofrece flexibilidad y soberanía tecnológica.
3. El auge de las operaciones inteligentes
Los sistemas empresariales evolucionan de registros estáticos a motores activos de operaciones inteligentes. Capgemini lo describe como una “revolución copernicana”: los procesos pasan a ser el centro, y no las aplicaciones aisladas.
Los agentes de IA integrados supervisan la actividad, optimizan la ejecución y orquestan flujos de trabajo en áreas críticas como finanzas, cadena de suministro, recursos humanos y atención al cliente. La automatización se convierte en una colaboración entre humanos e IA, donde la supervisión es un principio de diseño para garantizar confianza y resiliencia. En 2026, las empresas pasarán de pilotos fragmentados a cadenas de valor integrales, con operaciones proactivas y adaptables.
4. La paradoja de la soberanía tecnológica
En un contexto de incertidumbre geopolítica, la soberanía tecnológica deja de ser un concepto político para convertirse en prioridad estratégica. Capgemini advierte que la autonomía total es imposible en un mundo interconectado, por lo que las organizaciones buscan interdependencias resilientes y control selectivo de capas críticas como semiconductores, almacenamiento de datos y modelos de IA.
Surgen clouds soberanas, plataformas abiertas y ecosistemas de chips que ofrecen opciones estratégicas. La clave será mitigar riesgos y garantizar continuidad de negocio mediante proveedores diversificados y alternativas locales.
5. La química entre humanos e IA
El informe subraya que el verdadero valor de la IA no reside en casos aislados, sino en su integración a nivel empresarial. La “química entre humanos e IA” se convierte en un factor decisivo: la colaboración entre ambos permitirá que los sistemas evolucionen continuamente, en lugar de permanecer estáticos. La confianza, la gobernanza y la capacitación serán esenciales para que la IA impulse resultados medibles y sostenibles.
En 2026, las organizaciones invertirán en preparación de datos y en formación de equipos capaces de gestionar procesos complejos y autónomos, alejándose del bombo publicitario para aprovechar el potencial transformador de la tecnología.