Desterrar las estimaciones y abrazar los datos reales en pro de la sostenibilidad empresarial

  • Opinión

María Monasor SAP

Los efectos del cambio climático han movido a una toma de conciencia colectiva sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente. Ciudadanos, legisladores y empresas han comenzado a remar juntos en la misma dirección, para tratar de frenar una realidad que avanza más rápido de lo que se había previsto.

Tribuna de opinión de María Monasor, SAP Sustainability Principal EMEA South

La presión de los consumidores y los inversores está impulsando a las empresas a comprometerse y adoptar estrategias de sostenibilidad. De hecho, un estudio de SAP Insights pone de manifiesto que la presión que ejercen los clientes sobre las organizaciones se ha multiplicado por siete en un año y ya se encuentra entre las principales motivaciones de las empresas para avanzar en este ámbito.

La legislación en materia de medio ambiente se ha endurecido y esa es la línea que seguirá en los próximos años. El impuesto al plástico de un solo uso entró en vigor en España el pasado mes de enero y, recientemente, la Eurocámara aprobaba la Directiva de diligencia debida en materia de Sostenibilidad de la UE, que obligará a las grandes compañías de todos los sectores a prevenir y mitigar los efectos adversos de sus actividades en los derechos humanos y en el medio ambiente, y que, en breve, será de obligado cumplimiento en todos los países miembros, incluido el nuestro.

Externamente, todo está fluyendo en la misma dirección para empujar a las empresas a contabilizar mejor sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, las organizaciones tienen que hacer frente a una serie de desafíos internos para hacerlo realidad. En la actualidad, muchas de ellas emplean herramientas obsoletas y procesos aislados y sin conexión entre sí para contabilizar las emisiones, tanto en lo que respecta a sus operaciones como a lo largo de sus cadenas de suministro. Por lo general, trabajan con valores medios o estimaciones, que, con frecuencia, se calculan sin que exista una coherencia entre sectores o zonas geográficas.

Para poder establecer medidas medioambientales y poder avanzar realmente en materia de sostenibilidad, necesitan disponer de datos reales sobre su actividad y sobre el impacto que esta puede tener y para ello resulta esencial contar con un sistema de contabilidad sobre sus datos de emisiones que sea tan auditable, transparente y fiable como sus datos financieros. Además, debería ser transversal a todas las actividades de la empresa para situarse al mismo nivel que la contabilidad financiera de la organización.

Para contribuir a lograrlo es importante avanzar hacia el Green Ledger, un libro de contabilidad verde, con el que establecer una medición real del carbono, basada en datos precisos para que las empresas puedan realizar una gestión eficiente y puedan arrojar un balance, de forma similar al que obtienen en sus cuentas financieras . Hace cincuenta años, nuestra compañía revolucionó la contabilidad financiera con el software de planificación de recursos empresariales (ERP). Y hoy, reinventamos la "R" de ERP al ampliar la definición de recursos más allá de los flujos financieros y de bienes, al ofrecer una medición precisade la sostenibilidad.

Los datos son vitales para tener una visión holística de todos los procesos y comprender dónde se producen las emisiones, establecer objetivos precisos de cero emisiones netas e identificar áreas específicas para el impacto de la descarbonización. De esta forma, se pueden tomar decisiones precisas y fundadas, que sean financiera y medioambientalmente sólidas.

Más allá de las fronteras de la empresa

Si hay algo realmente complicado hoy en día para las empresas y para lo que es esencial contar con información precisa, es reducir las emisiones de alcance 3, es decir, las que se producen en la cadena de suministro y están fuera del control directo de la organización. Además, representan hasta el 90% de la huella de carbono.La complejidad a la hora de recopilar datos precisos dificulta la medición y evaluación de estas emisiones y al actuar diferentes proveedores dentro de la cadena de suministro, no existe claridad sobre quién es exactamente responsable de reducirlas.

Para solucionar en gran medida este problema es esencial estandarizar los datos de sostenibilidad y poder compartirlos de forma segura. Ya existen organismos que están trabajando para que esa estandarización sea posible, como la Asociación para la Transparencia del Carbono (PACT, por sus siglas en inglés), auspiciada por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, también por sus siglas en inglés), que estableció las primeras especificaciones técnicas para el intercambio estandarizado de datos sobre emisiones de carbono, lo que permite que diferentes soluciones tecnológicas de contabilidad y emisiones se conecten y compartan eficazmente la información sobre sostenibilidad.

Sin duda, se trata de un avance importante porque pronto se exigirá a las empresas que cumplan las normativas que hacen hincapié en la necesidad de registrar y compartir los datos de sostenibilidad. Por ejemplo, el Mecanismo de Ajuste Fronterizo del Carbono (MAFC) de la Unión Europea exigirá a las empresas que compartan los datos de emisiones de carbono de sus proveedores cuando importen productos a Europa. Este mecanismo se pondrá en funcionamiento el próximo mes de octubre y se aplicará a la importación de bienes intensivos en carbono como aluminio, hierro, acero, cemento, fertilizantes y electricidad. En 2026, los importadores deberán presentar información sobre el número de bienes importados a la UE y las emisiones de GEI correspondientes.

La tecnología también está jugando un importante papel en este ámbito. Como complemento al Green Ledger, ya hay disponible soluciones diseñadas específicamente para intercambiar de forma segura datos estandarizados sobre sostenibilidad, incluida la huella de los productos, a lo largo de la cadena de valor. Gracias a ella, las empresas pueden compartir eficazmente información sobre las emisiones y otros datos con sus clientes para ayudar a descarbonizar sus cadenas de valor.

Disponer de estándares para registrar y compartir datos, ayuda a las empresas a pasar de utilizar valores estimados de sostenibilidad a contar con datos reales y precisos en cuanto a producto. Y de esta forma, se acelera el camino hacia las cero emisiones netas. Nos encontramos, sin duda, al comienzo de una nueva etapa en la que las empresas serán el actor clave para lograr los objetivos marcados por Naciones Unidas. Las herramientas para lograrlo ya están a su alcance.