La guerra comercial amenaza con agravar la crisis de la industria de semiconductores

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La guerra comercial que mantienen desde hace más de un año China y Estados Unidos amenaza a la industria de semiconductores que podría sumirse en una crisis más profunda que, incluso, podría cambiar la cadena de suministro global.

Las tensiones políticas, con la guerra comercial como eje, se han convertido en una “profunda amenaza” para la industria de semiconductores. Así lo ha asegurado Lung Chu, presidente de la asociación industrial SEMI China a la CNBC, quien ha asegurado que la guerra comercial podría acrecentar la desaceleración que está viviendo esta industria debido a los problemas de inventario, la caída de la demanda de dispositivos inteligentes y de los precios de los chips de memoria. “Las tensiones entre Estados Unidos y China amenazan con empeorar la situación”.

En su opinión, el control tecnológico y las restricciones que se han aplicado a Huawei “podrían tener un impacto más profundo en la industria, cambiando, incluso, la cadena de suministro global”.

La guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China dura ya más de un año, aunque las tensiones han crecido tras la decisión de la Administración Trump, el pasado mes de mayo, e incluir a Huawei en una lista negra al considerar que representa un problema de seguridad. Según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, éste ha recibido más de 130 solicitudes de compañías que han solicitado vender productos estadounidenses a Huawei y aún no se han otorgado licencas. “En caso de que se niegue el acceso a empresas Intel o Qualcomm “la desaceleración empeorará”.

Huawei es el tercer mayor comprador de procesadores del mundo y el bloqueo podría perjudicar “seriamente” a Estados Unidos. “Las empresas estadounidenses controlan aproximadamente el 50% de los mercados mundiales de semiconductores”, ha afirmado Chu, quien ha destacado que si no se incluyen los datos de las memorias este porcentaje subiría “al 60% o 70%. Las empresas estadounidenses sufrirían un gran impacto si no pueden vender a Huawei”, algo que, a la larga, “podría beneficiar a otras empresas no estadounidenses”.

No obstante, Chu se ha mostrado optimista ante el fin de la guerra comercial. “Todavía creo en una colaboración global como forma de hacer avanzar la industria. La política divide, pero la tecnología une y ésta es una lección de la que todos podemos aprender”.