Así son las nuevas normas con las que Bruselas quiere regular el mercado digital

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La Comisión Europea acaba de presentar dos nuevas normas aplicables a las plataformas digitales, con las que quiere sustituir a la Directiva de e-Commerce de 2000, ya desfasada tras 20 años de servicio. Se trata de regular los servicios digitales y los mercados digitales con sendas normativas, que deberán seguir el consiguiente proceso de aprobación.

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La Comisión ha propuesto una ambiciosa reforma de la esfera digital, un conjunto completo de nuevas normas sobre todos los servicios digitales, como las redes sociales, los marketplaces online y otras plataformas que operan en la Unión Europea: la norma sobre servicios digitales y la norma sobre mercados digitales.

Ambas, si son aprobadas por la Eurocámara y los países miembros, sustituirán a la Directiva de e-Commerce del año 2000, ya caduca en algunos aspectos por la propia evolución del mercado en las dos últimas décadas. Además, se pretende con ellas impulsar la transformación digital, que es uno de los ejes centrales de la hoja de ruta de la actual presidenta, Ursula van der Layen.

Se pretende con ambas impulsar el mercado digital, pero protegiendo mejor a los consumidores y sus derechos online a través de garantías efectivas de la privacidad y la competencia, y con severas sanciones no solo económicas a los infractores reincidentes, que pueden conllevar la adopción de medidas estructurales como la desinversión en empresas o líneas de negocio por prácticas anticompetitivas.

Según la Comisión, se busca un código normativo moderno en todo el mercado único fomentará la innovación, el crecimiento y la competitividad y ofrecerá a los usuarios servicios online nuevos, mejores y fiables. “Las dos propuestas persiguen un único objetivo: garantizar que, como usuarios, tengamos acceso a una amplia gama de productos y servicios seguros en línea, y que las empresas que operan en Europa puedan competir libre y equitativamente en línea del mismo modo que lo hacen fuera de línea. El nuestro es un único mundo. Debemos ser capaces de hacer nuestras compras de manera segura y confiar en las noticias que leamos, porque lo que es ilegal fuera de línea lo es igualmente online”, ha señalado Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva responsable de la cartera de una Europa Adaptada a la Era Digital.

Servicios digitales
El panorama de los servicios digitales es muy diferente en la actualidad a lo que era hace veinte años, cuando se adoptó la Directiva sobre comercio electrónico.  

Las plataformas online han creado ventajas para el consumidor e innovación, pero también pueden ser objeto de abusos como vehículo para difundir contenidos ilícitos o vender bienes o servicios ilegales online y, además, la Comisión pone el acento en que “han surgido algunas plataformas muy grandes como espacios casi públicos para el intercambio de información y el comercio en línea. Estas se han convertido en sistémicas y plantean especiales riesgos para los derechos de los usuarios, los flujos de información y la participación de la población”.

En virtud de la norma sobre servicios digitales, se aplicarán obligaciones vinculantes a escala de la UE a todos los servicios digitales que conecten a los consumidores con bienes, servicios o contenidos, incluidos nuevos procedimientos para la retirada más rápida de los contenidos ilícitos, así como una protección completa de los derechos fundamentales de los usuarios en línea.

Esta directiva introducirá una serie de nuevas obligaciones armonizadas a escala de la UE aplicables a los servicios digitales, cuidadosamente graduadas en función del tamaño y el impacto de dichos servicios, como:

- normas sobre la retirada de bienes, servicios o contenidos ilícitos en línea;
- salvaguardias para los usuarios cuyos contenidos hayan sido suprimidos erróneamente por las plataformas;
- nuevas obligaciones para que las plataformas adopten medidas basadas en los riesgos para evitar el abuso de sus sistemas;
- medidas de transparencia de amplio alcance, incluidas las relativas a la publicidad en línea y a los algoritmos utilizados para recomendar contenidos a los usuarios;
- nuevos poderes de control del funcionamiento de las plataformas, por ejemplo, facilitando el acceso de los investigadores a los datos clave de aquellas;
- nuevas normas sobre trazabilidad de las empresas en los mercados en línea, para ayudar a localizar a los vendedores de bienes o servicios ilegales;
- un proceso de cooperación innovador entre las autoridades públicas para garantizar la aplicación efectiva en todo el mercado único.

Las plataformas que lleguen a más del 10% de la población de la UE (45 millones de usuarios) se considerarán de carácter sistémico y estarán sujetas no solo a obligaciones específicas de control de sus propios riesgos, sino también a una nueva estructura de supervisión. Este nuevo marco de rendición de cuentas estará integrado por un consejo de coordinadores nacionales de servicios digitales, con facultades especiales para la Comisión en materia de supervisión de plataformas muy grandes, incluida la facultad de sancionarlas directamente.

Mercados digitales
La norma sobre mercados digitales aborda las consecuencias negativas derivadas del comportamiento de determinadas plataformas que actúan como ‘guardianes de acceso’ en el mercado único. Se trata de plataformas que tienen un impacto significativo en el mercado interior, sirven como importante puerta de acceso para que las empresas lleguen a sus clientes y que disfrutan, o presumiblemente disfrutarán, de una posición arraigada y duradera. Se trata de plataformas que tienen el poder de actuar como creadores de normas privados y de hacer las veces de cuellos de botella entre las empresas y los consumidores. A veces, estas empresas controlan ecosistemas enteros de plataformas. Cuando un guardián de acceso aplica prácticas comerciales desleales, puede impedir que servicios valiosos e innovadores de sus empresas y competidores lleguen al consumidor o hacer que les lleguen más lentamente. Algunos ejemplos de estas normas son el uso no equitativo de los datos de las empresas que operan en estas plataformas o situaciones en las que los usuarios están obligados a utilizar un servicio concreto y tienen pocas posibilidades de cambiar a otro.

Ante este panorama, la Comisión quiere establecer normas armonizadas que definen y prohíben esas prácticas desleales por parte de los guardianes de acceso y establecen un mecanismo de ejecución basado en investigaciones de mercado. El mismo mecanismo garantizará que las obligaciones establecidas en el Reglamento se mantengan actualizadas en una realidad digital en constante evolución.

Lo más relevante sobre esta norma se resume en los siguientes puntos:

- se aplicará únicamente a los principales proveedores de servicios de plataforma básica más propensos a prácticas desleales, tales como los motores de búsqueda, las redes sociales o los servicios de intermediación en línea, que cumplan los criterios legislativos objetivos para ser designados como guardianes de acceso;
- definirá umbrales cuantitativos en que se fundará la determinación de los presuntos guardianes de acceso. La Comisión también tendrá competencias para designar empresas como guardianes de acceso tras una investigación de mercado;
- prohibirá una serie de prácticas manifiestamente desleales, como impedir que los usuarios desinstalen programas informáticos o aplicaciones preinstalados;
- exigirá a los guardianes de acceso que adopten de forma proactiva determinadas medidas, por ejemplo, medidas específicas por las que se permita que los programas informáticos de terceros funcionen correctamente e interactúen con sus propios servicios;
- impondrá sanciones por incumplimiento que podrían traducirse en multas de hasta el 10 % del volumen de negocios mundial del guardián de acceso, a fin de garantizar la eficacia de las nuevas normas. En el caso de los infractores recurrentes, estas sanciones también podrán entrañar la obligación de adoptar medidas estructurales, que podrían extenderse a la desinversión de determinadas empresas, cuando no se disponga de ninguna otra medida alternativa igualmente eficaz para garantizar el cumplimiento.

Además, la Comisión podrá llevar a cabo investigaciones de mercado específicas para evaluar si es necesario añadir nuevas prácticas y servicios de los guardianes de acceso a estas normas a fin de velar por que las nuevas normas sobre los guardianes de acceso se ajusten al rápido ritmo de los mercados digitales.