El modelo de trabajo híbrido exige que se desarrollen las capacidades profesionales de las plantillas

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Los líderes empresariales pueden encontrar en el modelo de trabajo híbrido una ventaja competitiva que les permite ampliar la diversidad laboral y ofrecer a los empleados un equilibrio entre su vida personal y profesional. Eso solo lo conseguirán si hacen del desarrollo profesional de sus equipos una parte integral del modelo.

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El desarrollo de las capacidades profesionales de las plantillas va a ser fundamental si se quiere crear una ventaja competitiva y una resiliencia organizativa en un modelo de trabajo híbrido. Así lo sostiene el Instituto de Investigación de Capgemini la segunda edición de la publicación “Conversations for Tomorrow”, que ha sido realizado a partir de dos informes sobre previos sobre el tema.

Según la publicación, en la que participan miembros de las principales organizaciones mundiales, la definición precisa de trabajo híbrido puede variar, pero el consenso es que no se volverá a un modelo 100% presencial en un futuro próximo o a medio plazo.

En este contexto, el documento subraya que aunque el futuro del trabajo trae consigo nuevas oportunidades, algunos grupos están menos preparados para aprovecharlas. “Hoy en día, las empresas deben pasar de la supervivencia a la optimización del modelo híbrido para el talento actual y futuro”, explica Claudia Crummenerl, directora general de Personas y Organización de Capgemini Invent. 

A su juicio, los empleados más jóvenes de la población activa global están en una posición particularmente vulnerable, sujetos a la creciente brecha de habilidades y a la progresiva automatización. “Para construir y retener la ventaja competitiva y la resiliencia, las organizaciones necesitan hacer que el desarrollo profesional y el reciclaje de las competencias sea una parte integral de su contrato social modificado, desempeñando el papel de socio permanente en el aprendizaje y el progreso de los empleados“, asegura.

Como en toda evolución empresarial, es necesario encontrar un equilibrio entre las grandes oportunidades y la gestión de los problemas críticos de las personas, concluye la publicación.