Solo el 2% de las empresas ha implementado la IA agéntica a escala completa
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El 29% de las organizaciones en España ha definido una estrategia y hoja de ruta para implementar iniciativas de IA agéntica, 13 puntos porcentuales por encima de la media global. Con todo, el 64% de las organizaciones en España no deposita una confianza total en los agentes de IA.
Las organizaciones están descubriendo que los agentes de IA generan el mayor impacto cuando los humanos se mantienen activamente involucrados. Esta es la principal conclusión que se extrae del informe del Instituto de Investigación de Capgemini, “El auge de la IA agéntica: por qué la confianza es clave para la colaboración entre humanos e IA”, que revela que casi tres cuartas partes de los ejecutivos afirman que los beneficios de la supervisión humana superan los costes, y el 90% considera que la participación humana en los flujos de trabajo impulsados por IA es positiva o neutra desde el punto de vista de los costes.
La IA agéntica es una de las tendencias tecnológicas de más rápido crecimiento. Aunque casi una cuarta parte ya ha puesto en marcha proyectos piloto y una pequeña proporción (14%) ha comenzado con su implementación, la mayoría todavía permanece en fase de planificación. Este avance gradual contrasta con la ambición de los ejecutivos: el 93% de los líderes empresariales creen que ampliar el uso de los agentes de IA en los próximos 12 meses les dará una ventaja competitiva, pero casi la mitad de las organizaciones aún carece de una estrategia para implementarlos.
“El potencial económico de los agentes de IA es significativo, pero aprovechar este valor no depende solo de la tecnología: requiere una transformación integral y estratégica a través las personas, los procesos y los sistemas”, señala Franck Greverie, Chief Portfolio & Technology Officer, Head of the Global Business Lines y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo en Capgemini.
Aumenta la brecha de confianza en la IA agéntica
La confianza en los agentes de IA totalmente autónomos ha caído drásticamente, pasando del 43% al 27% solo en el último año. Casi dos de cada cinco ejecutivos creen que los riesgos de implementar agentes de IA superan los beneficios. Solo el 40% de las organizaciones afirma confiar en que los agentes de IA puedan gestionar tareas y procesos de forma autónoma, mientras que la mayoría no confía plenamente en esta tecnología.
El informe revela que, a medida que las organizaciones pasan de la fase de exploración a la de implantación, la confianza en los agentes de IA aumenta: el 47% de las organizaciones en fase de implementación presenta un nivel de confianza superior al promedio, frente al 37% de aquellas que aún están en fase de exploración. Por ello, las organizaciones están dando prioridad a la transparencia, la claridad sobre cómo los agentes de IA toman decisiones y la incorporación de salvaguardas éticas para impulsar una mayor adopción.
En los próximos 12 meses, más del 60% de las organizaciones espera conformar equipos humano-agente, en los que los agentes de IA funcionen como subordinados o bien como ampliadores de las capacidades humanas. Esto implica que los agentes de IA están pasando a ser participantes activos dentro del equipo.
El 70% de las organizaciones cree que los agentes de IA requerirán una reestructuración organizacional, lo que está llevando a los líderes a replantearse las funciones, las estructuras de los equipos y los flujos de trabajo. Las empresas están descubriendo que los agentes de IA aportan más valor cuando los humanos se mantienen involucrados en el proceso. Con una colaboración eficaz entre humanos y la IA, las organizaciones esperan un aumento del 65% en la dedicación a tareas de alto valor, un incremento del 53% en la creatividad y una mejora del 49% en la satisfacción de los empleados.
A corto plazo, se espera que los agentes de IA tengan su adopción más amplia en áreas como atención al cliente, TI y ventas, con una expansión prevista hacia operaciones, I+D y marketing en los próximos tres años. Sin embargo, la mayoría de las implementaciones aún se encuentran en etapas tempranas de autonomía: solo el 15% de los procesos empresariales opera actualmente en niveles de autonomía parcial o total. Aunque se espera que esta cifra aumente al 25% para 2028, la mayoría de los agentes hoy en día funcionan como asistentes basados en reglas o copilotos, apoyando tareas rutinarias en lugar de gestionar flujos de trabajo complejos de forma independiente.
La preparación para la IA sigue siendo un desafío
Actualmente, la mayoría de las organizaciones no está preparada para ampliar de forma efectiva la IA agéntica. El 80% carece de una infraestructura de IA madura, y menos de una de cada cinco reporta altos niveles de preparación en el uso de datos.
Las preocupaciones éticas —como la privacidad de los datos, el sesgo algorítmico y la falta de explicabilidad— siguen siendo generalizadas, pero pocas organizaciones están tomando medidas decisivas. Por ejemplo, la privacidad es la principal preocupación para más de la mitad de las organizaciones (51%), pero solo el 34% está tomando acciones concretas para mitigarla. A esto se suma que solo la mitad de los líderes empresariales dice comprender realmente de qué son capaces los agentes de IA, y aún menos pueden identificar en qué áreas estos sistemas superan a la automatización tradicional.
Para aprovechar todo el potencial de los agentes de IA, las organizaciones deben ir más allá del entusiasmo inicial, recomienda el informe. Es necesario avanzar hacia el rediseño de procesos y la reinvención de los modelos de negocio, transformar la estructura organizativa y encontrar el equilibrio adecuado entre la autonomía de los agentes y la implicación humana.