La Inteligencia Artificial en el PC y el resto del hardware
- Opinión

AI-PC promovidos por Intel, HP, Dell y Lenovo… AI Copilot+ PC de Microsoft… y Apple Intelligence para iPhone, iPad y Mac… son algunos ejemplos del despliegue de la Inteligencia Artificial en el hardware, en los dispositivos, incluidos los periféricos, como las impresoras a las que HP también ha dotado de IA.
En los dos últimos años (2023-2024) la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) se ha democratizado gracias a Microsoft y sus chatbots ChatGPT; a Google y el desarrollo de Gemini; Amazon con Rufus; Apple con Siri; Meta con MetaAI… y la alianza de estos fabricantes con startups como OpenAI, Anthropic, Cohere, Perplexity y otras.
Como hace dos décadas, en la computación, alianzas y competencia conviven en el despliegue de la IA en el hardware. Microsoft ha invertido 13.000 millones de dólares en OpenAI, quien en una reciente ronda de financiación ha conseguido 6,6 billones de dólares, sobre una valoración de 167 billones de dólares (hipotética y poco fiable, porque la non for profit AI no tiene beneficios ni cotiza en bolsa, por lo que se trata de una valoración sui generis: a finales de octubre de 2024 OpenAI ha abierto la vía jurídica para mantener un doble estatus: non for profit y for profit);
Y, al mismo tiempo, Microsoft ha desarrollado sus AI Copilot+ PC, que Satya Nadella (CEO de Microsoft) dice “superan los Mac de Apple”. Oracle ha invertido 4 billones en Anthropic y 2 billones en Cohere, pero le ha dado un contrato de exclusividad a Nvidia para proveerle de chips con IA, toda vez que Elon Musk (Tesla, X, xAI, Neuralink…) rompió unilateralmente su acuerdo con Larry Ellison (Oracle), para desarrollar sus propios data centers y sus propios AI chips en su “startup” xAI, para la que, en ronda de financiación, ha obtenido 6,4 billones de dólares de grandes inversores.
Los casos -contrapuestos, como hace 30, 40 y 50 años- entre Microsoft y Apple en su aproximación a la IA en el dispositivo (lo que llamaríamos “Edge Computing”) y que permitiría, en ambos casos, disponer de la IA acudiendo a Cloud o, por contraste, “on the premise / on the device”, también supone para ambas empresas cuadrar el círculo: Apple aporta el software (iOS), el hardware (iPhone, iPad, Mac) y también el procesador (Apple Silicon, diseñado por Apple y fabricados por Samsung y TSMC, utilizando la arquitectura ARM); en Microsoft “el ecosistema” es similar: Microsoft aporta el software (Windows), el hardware (Surface) y el procesador (NPU).
La NPU (Neural Processing Unit) no es exclusiva de Microsoft. Intel, por ejemplo, para los AI-PC que desarrolla con HP, Lenovo y Dell, utiliza los tres mosqueteros actuales de la computación: CPU, GPU y NPU. Las NPU, desde un punto de vista conceptual, no son nuevas. Se basan en las redes neuronales humanas que, desde hace décadas, con algoritmos, machine learning y deep learning, las empresas tecnológicas procuran imitar en el desarrollo de la Inteligencia General: en menos escala, en la GenAI y, en infinita mayor escala, en Inteligencia Artificial General. En el primer caso, el consumidor que tenga un AI-PC no tiene por qué depender de un data center ni acudir a Cloud, para disponer de capacidades de Inteligencia Artificial, porque estas vienen ya de serie embebidas en el ordenador.
Enrique Lores, CEO mundial de HP, dijo en el foro de Davos (World Economic Forum) que la incorporación de las capacidades de IA a sus ordenadores (y el resto de fabricantes) solo supondría un aumento de precios del 10%. Comparando los costes con los beneficios para el consumidor, Lores concluía que los segundos sobrepasaban por mucho a los primeros.
De hecho, 2024 empezó con buenos augurios para el hardware (denominación demasiado genérica en 2024). La renovación de equipos por el remozamiento de Windows 11; la obsolescencia de ordenadores, tabletas y portátiles que fueron comprados a mansalva durante la pandemia; y la generación de demanda de los fabricantes para estimular las ventas de ordenadores y Mac, usando la Inteligencia Artificial como reclamo, prometía un 2024 de buenas noticias para este sector.
La realidad o los logros conseguidos en ventas de dispositivos -cuando se han consumado los tres primeros trimestres fiscales de 2024- ha sido positiva, “pero no para echar cohetes”: globalmente, la venta de ordenadores (desktop) y portátiles aumentó 5,6%, de enero a septiembre. En el mismo período, la venta de tabletas y smartphones creció “solo” 5,2%, pero en volumen ha supuesto un gasto de 1,7 billones de dólares (1,672, exactamente), siendo la partida que, en términos absolutos de ventas expresadas en dólares, están en primera posición, seguida por “Servicios” y “Software” con 1,6 billones y 1 billón de dólares en ventas, respectivamente.
Ya comentamos en la tribuna anterior que el gasto en Data Centers (+35,4%) y Software (+12,2%) ha sido el que más ha aumentado en 2024, en términos relativos, que no absolutos.
Hay evidentes ventajas competitivas en los AI-PC (y en los AI Copilot+ PC de Microsoft y en los iPhone, iPad y Mac con Apple Intelligence) por contraste con los GenAI. Los fabricantes de ordenadores y Mac destacan los mayores aumentos de productividad y creatividad que se derivan de tener la IA “dentro” del ordenador. Hay tareas -que requieren la triple combinación del poder computacional de las CPU + GPU + NPU- que, hoy, casi solo pueden hacer los ordenadores con capacidad de IA y no la GenAI.
Por ejemplo: planificación, predicción (analítica predictiva), análisis de datos, segmentación... En cambio, para la creación y generación de contenidos (vídeo, audio, dibujos, textos, fotografías…) tanto la GenAI como los AI-PC, tendrían a priori parecidas capacidades. Eso sí, siempre y cuando se esté comparando peras con peras y no peras con manzanas. Sería lícito, por ejemplo, comparar las mejores versiones de “ChatGPT 5 de OpenAI” con el “HP EliteBook Ultra G1q AI PC”, por ejemplo: alta gama versus alma gama. Conste que este ordenador de HP no lleva procesador de Intel, sino Snapdragon de Qualcomm.
No que esto sea relevante, sino que es muestra de lo que decíamos al principio: alianzas y competencia se entremezclan. Hace 20 años nadie hubiera pensado que ordenadores de HP fueran a llevar procesadores de AMD, Qualcomm o Nvidia. Lo “lógico” hubiera sido incorporar chips de Intel. Pero las tendencias y necesidades han evolucionado. Intel sigue siendo el rey del mambo del procesador del ordenador, pero perdió el absoluto control del mercado a favor de su competidor AMD; al igual que perdió la carrera de la “movilidad” a favor de Qualcomm. Igualmente le sucedió con las GPU para ordenadores especializados en videojuegos, donde Nvidia está mejor posicionado que sus competidores. No hace falta repetir que Nvidia se ha convertido en una de las tres empresas mejor valoradas del mundo (market value de 3 trillones de dólares) junto a Apple y Microsoft, precisamente por sus chips/GPU con capacidades de Inteligencia Artificial.
Las ventas de ordenadores cayeron un 1,3% en el tercer trimestre del año. Pero es de notar que esta bajada viene tras tres trimestres de subidas consecutivas (año sobre año). Las casas de análisis (IDC, Gartner, Forrester) destacan que los AI-PC no empujaron las ventas de ordenadores porque los compradores todavía no aprecian claramente los beneficios (consumidor, mercado B2C) y el valor para el negocio en el caso corporativo o B2B.
Aún así, hay motivos para la esperanza: a pesar del pequeño declive en las ventas de ordenadores en el tercer trimestre (bajada, solo, del 1,3%), es claro que el mercado de PC está en una tendencia de recuperación. En el último trimestre de 2024, con Black Friday y la campaña de Navidad y con la necesidad de renovación de equipos en 2025 en el mercado empresarial, las perspectivas para los fabricantes son buenas.
Por Jorge Díaz Cardiel, socio director general de Advice Strategic Consultant