Centros de datos modulares para la era de la IA: eficiencia líquida, escalabilidad sostenible y despliegue acelerado
- Opinión

La inteligencia artificial generativa está dejando de ser una innovación disruptiva para convertirse en una exigencia operativa. Su integración en procesos empresariales ya no es opcional: redefine la forma en que analizamos datos, diseñamos soluciones y prestamos servicios. Sin embargo, esta adopción masiva está exponiendo una fragilidad crítica en la infraestructura digital que la soporta. Los centros de datos tradicionales, pensados para otras cargas, no están preparados para responder con la escala, velocidad y resiliencia que exige la IA generativa.
Por Víctor Gago, datacenter and C&SP sales manager de Schneider Electric.
La tensión entre demanda tecnológica y capacidad operativa se está haciendo visible en todo el sector. Según Goldman Sachs Research, el consumo energético de los centros de datos podría crecer un 160% antes de 2030. Desde Schneider Electric, observamos este cambio no solo como una cuestión de volumen, sino por la transformación que supone en los requisitos técnicos: las cargas asociadas a los modelos de entrenamiento e inferencia son altamente exigentes e impredecibles en términos de densidad, refrigeración y disponibilidad, lo que está impulsando la adopción de arquitecturas prefabricadas más densas, eficientes y escalables.
A diferencia de otras cargas, la IA introduce procesos intensivos y discontinuos: los entrenamientos de modelos suelen activarse y detenerse en ciclos cortos, mientras que las inferencias responden de forma casi inmediata a nuevas entradas de datos. Todo esto se traduce en fluctuaciones drásticas en el uso de energía y refrigeración, con picos de hasta un 60% en cuestión de minutos. En otras palabras, el data center debe estar preparado para responder en tiempo real a un consumo que cambia constantemente.
Centros de datos modulares: respuesta ágil a los retos de la IA
Frente a este escenario, vemos cómo los centros de datos modulares prefabricados están ganando terreno como respuesta ágil y eficaz. Diseñados específicamente para cargas de IA, permiten desplegar capacidad crítica en cuestión de meses, frente a los años que requieren los modelos tradicionales, y escalar de forma progresiva según la demanda real.
Hemos comprobado que integrar sistemas híbridos de refrigeración líquida y aire mejora significativamente la eficiencia energética y permite operar con mayor densidad térmica. Además, su diseño industrializado reduce el uso de materiales y contribuye a los objetivos de sostenibilidad sin comprometer rendimiento ni velocidad de despliegue.
Esta evolución en los sistemas térmicos tiene un impacto directo en el diseño del centro de datos. Hoy, la refrigeración líquida en entornos de IA ya permite absorber hasta el 80% de la carga térmica, reduciendo el uso de aire acondicionado convencional y mejorando el PUE del sistema. Esta transición obliga a repensar su arquitectura física, pues se necesitan espacios técnicos adicionales para chillers, manifolds, tuberías y colectores. También requiere un diseño eléctrico capaz de mantener redundancia y eficiencia bajo cargas variables.
Desde nuestra experiencia en entornos de infraestructura crítica, hemos desarrollado soluciones modulares que integran infraestructura IT, refrigeración avanzada, distribución eléctrica de alta densidad y monitorización remota. Este tipo de arquitectura no solo mejora significativamente los plazos de despliegue, sino que también acompaña las estrategias de sostenibilidad y resiliencia que demanda el sector.
Además, uno de los diferenciales clave de Schneider Electric en este tipo de soluciones es su capacidad para integrar equipamiento in-house, con más de veinte años de experiencia en el desarrollo de infraestructuras energéticas críticas. Un ejemplo destacado es el Power Skid, una solución diseñada para centros de datos de gran escala que requieren una infraestructura eléctrica escalable y eficiente. Este sistema integra en una sola unidad optimizada componentes como sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS), aparamenta eléctrica y software de gestión, lo que permite reducir significativamente los tiempos de ejecución y facilitar el crecimiento progresivo de la carga IT. Como parte del ecosistema EcoStruxure Data Center Solutions, el Power Skid permite adaptar la distribución energética a medida que crecen las necesidades operativas, combinando soluciones estandarizadas y personalizables según los requerimientos del proyecto.
Un caso donde hemos puesto en práctica este enfoque es el de Compass Datacenters, que ante el reto de escalar su infraestructura para soportar cargas de IA, apostaron por una solución modular industrializada. El resultado fue una reducción de hasta un 50% en costes operativos, implementación en menos de 10 meses y una disminución del 30% en el coste total de propiedad en comparación con instalaciones convencionales. Todo ello, manteniendo niveles máximos de disponibilidad y fiabilidad operativa.
La inteligencia artificial no solo está redefiniendo los modelos de negocio. También está exigiendo una nueva manera de concebir la infraestructura digital que los sostiene. Y esa infraestructura, desde nuestra perspectiva, debe ser modular, híbrida, eficiente y diseñada para escalar al ritmo vertiginoso que marcan los algoritmos.