Tres riesgos tecnológicos que afrontan los servicios financieros: ciberataques, redes sociales y pagos BNPL

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Un informe del Foro Económico Mundial, realizado en colaboración con Deloitte, identifica los riesgos originados por la tecnología para los sectores de servicios financieros, que podrían convertirse en amenazas sistémicas. Los tres principales son los ciberataques, la posibilidad de manipulación de los mercados bursátiles a través de las redes sociales y el método de pago BNPL (Compre ahora, Pague después).

Si bien la integración continua de la tecnología en el sistema financiero tiene muchos beneficios, para el Foro Económico Mundial es importante que los líderes de la industria de servicios financieros, los reguladores y los consumidores sean conscientes de los riesgos emergentes tienen origen en la tecnología y adopten medidas para su mitigación.

Esta organización acaba de publicar el informe "Pushing Through Undercurrents , desarrollado en colaboración con Deloitte, que explora estos riesgos y hace recomendaciones para atenuar su impacto y que las compañías puedan garantizar su estabilidad y resiliencia.

Los principales riesgos que menciona son las redes sociales, desde las que se podrían manipular los mercados bursátiles y el aumento de deuda que pueden generar las transacciones BNPL (acrónimo de Compre ahora, Pague después), que podrían suponer el 12% del gasto en comercio electrónico mundial. Completa la terna la gestión de los riesgos geopolíticos, como la exposición del sistema financiero a ciberaques estado-nación. "Si se vuelven sistémicos, estos riesgos tendrían un profundo impacto económico para las personas y las economías globales", señala el informe y, por tanto, hay que monitorizarlos y mitigarlos.

El informe incluye estrategias de mitigación específicas pero, de forma general, recomienda impulsar productos y servicios que generen la confianza y refuercen la estabilidad del sistema financiero, acabar con los silos de información para identificar mejor el riesgo a nivel de ecosistema, así como garantizar que las capacidades de análisis predictivo reflejen la incertidumbre geopolítica y regional para poder aplicar medidas de resiliencia.