División en la UE por la 'tasa Google' por el miedo a represalias de Estados Unidos

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Los países miembros de la Unión Europea están divididos por la aplicación de un impuesto digital, también conocido como "tasa Google". Algunos países, como España, ya contemplan este impuesto a las grandes empresas tecnológicas.

División entre los países de la UE por la aplicación de un impuesto digital, también conocido como “tasa Google”. Según declaraciones de fuentes de la Unión Europea a Reuters, el miedo a las posibles represalias que puede adoptar Estados Unidos contra Europa ha hecho que no todos los países se muestren de acuerdo en aplicar la tasa Google a las grandes empresas tecnológicas, la mayoría de ellas estadounidenses.

Esto hará que la decisión sobre la aplicación del impuesto digital se retrase hasta alcanzar un acuerdo global. La Comisión Europea propuso el pasado mes de marzo que los estados miembros cobreasen un impuesto del 3% sobre los ingresos digitales de las grandes empresas, las cuales han sido acusadas de aprovechar regímenes fiscales más ventajosos de algunos países, como Irlanda o Luxemburgo, para tributar sobre el total del negocio que hacen en la UE.

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Para poder aplicar la tasa Google, es necesario que los 28 países miembros se pongan de acuerdo, algo que no todos los estados están por la labor.

Kristian Jensen, Ministro de Economía de Dinamarca, ha reconocido que “es muy difícil” que se alcance un acuerdo global, debido a que éste “no resuelve muchos problemas técnicos”, asegurando que la mayoría de las empresas son estadounidenses con lo “habrá una reacción de Estados Unidos. No es una buena idea para Europa”. Alemania, Suecia, Irlanda y Malta son de la misma opinión, mientras que Francia confía en alcanzar un acuerdo antes de diciembre con Alemania, y España y Reino Unido ya han anunciado que van a implantar la tasa Google.

En caso de no alcanzar un acuerdo, la UE estudiaría una alternativa: revisar las normas impositivas para que los impuestos se pudieran establecer en función de la “presencia digital” de una empresa en un país. Esta opción tardaría más en ser una realidad, aunque estaría en consonancia con lo que propone la OCDE.