Los servicios de movilidad colaborativa impactarán en el futuro del sector automovilístico

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El 81% de los consumidores se muestra dispuesto a pagar el coste adicional de contar en su vehículo con funciones de conducción autónoma y asistida; mientras que más de dos tercios opina que el grado de ciberprotección de un vehículo influiría en su decisión de compra.

Según un estudio realizado entre más de 8.000 consumidores de ocho mercados por Capgemini, más de un tercio de los consumidores (34%) considera que los servicios emergentes de movilidad colaborativa son una verdadera alternativa a tener un vehículo en propiedad. Si bien es cierto que las ventas de automóviles no dejan de crecer de manera significativa, los datos obtenidos por Capgemini reflejan un cambio en la estrategia de los principales fabricantes, que ya están invirtiendo en servicios de movilidad colaborativa a través de lanzamientos, adquisiciones o alianzas para adaptarse al cambio de actitud del consumidor.

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El informe también revela buenas perspectivas para el modelo tradicional de ventas de automóviles ante el crecimiento explosivo de la movilidad colaborativa: más de la mitad los consumidores (56%) considera que los servicios de movilidad colaborativa, como Uber, Didi o BlaBlaCar, son una vía complementaria a comprar o tener un coche. Además, esta percepción aumenta entre los consumidores más jóvenes, de entre 18 y 34 años (64%), y los de mercados emergentes como China (77%) e India (63%). La relevancia de las inversiones que los grandes fabricantes de automóviles están realizando en iniciativas de movilidad compartida queda confirmada por el hecho de que dos tercios de los consumidores (66%) afirman que la marca del vehículo es un factor importante a la hora de elegir el programa de uso compartido.  

Para Kai Grambow, director del área mundial de Automoción de Capgemini, “las marcas de automóviles se están dando cuenta de que deben reaccionar al cambio en los hábitos de consumo si quieren seguir creciendo. Ocupar una posición de liderazgo en el uso compartido de coche y, en general, en el nuevo modelo de movilidad, no sólo creará nuevas vías de ingresos para los fabricantes, sino que, además, les dará una mayor visibilidad a sus marcas y les permitirá establecer un nuevo tipo de relación con los consumidores en su proceso de compra de un nuevo vehículo”.

Por otro lado, el estudio confirma que las funciones de conducción autónoma y asistida son un factor importante en la decisión de compra. En relación a la incorporación cada día más generalizada de funciones avanzadas de conducción asistida en los modelos de coche estándar y el resultado de la diversidad de pruebas con vehículos autónomos, el 81% se muestra dispuesto a pagar el coste adicional de contar en su vehículo con funciones de conducción autónoma y asistida.

La ciberseguridad es otro factor clave en la compra de un automóvil. De hecho, los ciberataques sufridos por los fabricantes recientemente han puesto de relieve que las ciberamenazas han dejado de ser una teoría y que se han convertido en una realidad. El informe de este año de Capgemini señala que esta preocupación ha calado en el consumidor: para más de dos tercios de los consumidores (68%), el grado de ciberprotección de un vehículo influiría en su decisión de compra.

Asimismo, la confianza del consumidor en el coche autónomo se reparte entre los fabricantes tradicionales y nuevos entrantes. Aunque son las empresas tecnológicas las que han protagonizado buena parte de las pruebas públicas con vehículos autónomos, resulta significativo que la mitad de los consumidores (51%) confiaría más en los coches de los fabricantes tradicionales en cuanto a las funciones autónomas que en los de una empresa tecnológica.

Finalmente, disminuye la preocupación por la privacidad de los datos a medida que crece el uso de dispositivos conectados por parte del consumidor. La generalización de los dispositivos conectados y la percepción de que el riesgo es compensado por las ventajas del intercambio de datos y la mayor personalización y mejora de servicios, está cambiando la actitud del consumidor hacia el vehículo conectado. La mayoría de los consumidores indica su disposición favorable a compartir los datos de su vehículo (89%) y los datos del conductor (76%) mientras el coche está conectado. Teniendo en cuenta que, en el estudio de 2015, el 80% afirmó que compartirían datos libremente o con algunas restricciones, las cifras de esta edición son indicativas de que se mantiene dicha disposición de los consumidores a compartir información.