Los centros de datos, tras el Covid-19: diez factores a considerar para responder a la crisis

  • Estrategias digitales

La crisis económica, derivada de la pandemia, hará que las compañías prioricen su gasto tecnológico sin mermar su capacidad de operar y de responder a la situación. Los centros de datos tienen que ofrecer la resiliencia que exige el momento, por lo que sus responsables tienen que tener en cuenta una serie de aspectos que tendrán que garantizar.

 

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Los expertos de Infinidat sostienen que las infraestructuras tecnológicas serán clave tras la crisis para garantizar la respuesta de las compañías en el nuevo escenario. Para ello, recomienda que se tengan en cuenta diez necesidades de sus organizaciones que tendrán que cubrir para que éstas puedan recuperarse. Son las siguientes:

- Soportar el aumento en el tráfico. Con la nueva situación, los picos de tráfico son ahora la norma. Sin ir más lejos, EducaMadrid publicaba a finales de marzo en su cuenta de Twitter que habían pasado de gestionar alrededor de 500,000 emails el 5 de marzo a más de 2.200.000 el día 19. Así que la pregunta es: ¿podrán las infraestructuras actuales soportar todo el volumen de conexiones, datos intercambiados, ubicaciones físicas, etc. que va a ser necesario gestionar?

- Garantizar la disponibilidad. Los equipos de TI tendrán que proporcionar a los usuarios lo que necesitan, y rápido. Por ejemplo, en el sector educativo los sistemas tendrán que soportar no sólo la conexión y el intercambio de datos, sino también la grabación de sesiones. La capacidad de recuperación de los datos pasa a ser un apartado crítico.

- Optimizar el espacio de trabajo digital (Digital Workspace). Con un nuevo mundo en el que el teletrabajo va a ser predominante, las exigencias para redes e infraestructuras crece cada día. Las VPN serán clave, pero no solo para teletrabajo; también, por ejemplo, para acceder remotamente a los sistemas de control de edificios de forma segura y fiable.

- Garantizar el fail-over. A medida que pasan los días, la demanda en la red y las infraestructuras de los centros de datos crece sin parar. Será clave garantizar que estas infraestructuras no fallen (es decir, su fiabilidad). Cabe preguntarse si los sistemas actuales, en su mayoría con arquitectura de doble controlador (N+1), ya no son suficientes.

- Asegurar la continuidad de negocio ante ransomware y brechas de datos. En el mundo conectado de hoy, los ataques de ransomware y las brechas de datos en general son ya una realidad cotidiana. Para estar en condiciones de recuperar rápidamente las operaciones en caso de ataque, los equipos de TI deben contar con un programa de backup y recuperación que garantice la continuidad de negocio.

- Mejorar el soporte remoto. En la difícil coyuntura actual, soporte significa no sólo resolver problemas, sino también evitar que sucedan. En el caso de Infinidat, su infraestructura puede ejecutar procesos de auto-curación (self-healing), así como algoritmos de machine learning que alertan de manera proactiva sobre los eventos antes de que sucedan. Gracias a ello, más del 98% se resuelven de forma remota, en muchos casos sin que el usuario llegue a tener conocimiento.

- Trabajar estrechamente con proveedores, contratistas y otros terceros. En un momento como el actual, la coordinación con todos los actores (internos y externos) involucrados en la operativa técnica tendrá que ser mejor que nunca. Cuanto mejor sea el modelo de colaboración, más sencilla y precisa será la tarea de predecir y planificar recursos y tiempos de implementación.

- Alinear más que nunca las TI con el negocio. Ante una situación que puede extenderse durante meses, los responsables de TI habrán de tomar decisiones críticas, especialmente allí donde la demanda de servicios "Always On" es alta. Los modelos “Pay as You Grow” y las nuevas fórmulas de tipo Capacity on Demand, aportan la elasticidad necesaria para sacarle todo el partido al modelo.

- Elegir la infraestructura adecuada, para las necesidades actuales y futuras. Es obvio que las infraestructuras tendrán que crecer o, al menos, ser optimizadas. Pero si ello implica adquirir, instalar y configurar nuevo hardware, conseguir la elasticidad necesaria puede llevar meses. Y, como mencionaba antes, la nube es agilidad, pero también costes. En definitiva, Los CIOs deberán buscar opciones más asequibles para acomodar sus negocios a la nueva coyuntura, y garantizar resiliencia en el futuro.

- Mantener más que nunca la mente abierta. Enfrentarse a esta nueva situación de dependencia de las TI aplicando parches (adquiriendo nuevo hardware o pasando horas y horas de desarrollo) no parece ser la mejor solución a medio y largo plazo. Elegir una infraestructura que pueda soportar la coyuntura actual y preparada también para lo que depara el futuro es ya una decisión capital.