La UE y Reino Unido llegan a un acuerdo para el Brexit, ¿que significa para el sector tecnológico?

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Esta semana, la Unión Europea y Reino Unido han alcanzado un principio de acuerdo sobre el Brexit. Theresa May, primera ministra británica, ha defendido este acuerdo a capa y espada mientras que sus principales ministros están dimitiendo al considerar que éste no es la mejor opción para Reino Unido. Más allá de las implicaciones políticas, ¿cómo será para el sector tecnológico?

El principio de acuerdo sobre el Brexit no ha sido bien recibido por los mercados. La cotización de la libra ha bajado y las principales compañías que operan en el Reino Unido también están viendo cómo su valor en bolsa cae. No obstante, y a pesar de las dimisiones de algunos ministros británicos, parece que el acuerdo se mantendrá.

Como era de esperar, este acuerdo también repercutirá en el sector tecnológico. Tal y como publica Wired, una de las grandes preocupaciones es qué iba a pasar con la protección de datos. A priori el status quo se mantendrá y la normativa de protección de datos continuará aplicándose en Reino Unido una vez que finalice el periodo de transición, a finales de 2020. Esto significa que los datos personales continuarán “fluyendo” entre el Reino Unido y la UE y a la inversa.

Según los principales analistas consultados por el medio de comunicación británico, éste era un problema crítico tanto para la industria tecnológica como para otros sectores, más si se tiene en cuenta que los datos son la base de los procesos de Transformación Digital que se están produciendo en todo el mundo.

A pesar de esto, y según Christopher Knight, abogado especializado en protección de datos de 11KBW, “esto no significa que GDPR continúe aplicándose tras el periodo de transición en Reino Unido”. Significa que Gran Bretaña “se convertirá en un tercer estado” con lo que no se requerirá que se aplique la normativa, y otras leyes de protección de datos “en situaciones de procesamiento internas”. Es decir, la relación que se mantendrá será similar a la que actualmente mantiene la UE con países que se consideran “oficialmente adecuados” para manejar los datos personales de los europeos, como pueden ser Canadá o Nueva Zelanda.

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Además, también se tienen que considerar otros aspectos que afectan a, por ejemplo, la seguridad. Una vez que el Reino Unido haya salido de la UE, éste no tendrá acceso a ninguna red, sistema de información o base de datos administrados por la Unión. A pesar de esto, y para garantizar la lucha contra el crimen, se ha excluido aquellos sistemas con los que se administren las aduanas o los impuestos, así como informes de fraude. Pero esto no será para siempre, ya que Reino Unido dejará de tener acceso a esta información entre 2021 y 2026 y si solicita acceso completo tendrá que reembolsar a la Unión los costes reales.

Theresa May ha asegurado en el Parlamento británico que las bases de datos de delitos, O el Sistema de Información Schengen, se tratará en “futuras negociaciones” y requerirá “tratados especiales para el intercambio completo de datos sobre seguridad y vigilancia policial”.

Aunque no se especifica qué pasará con áreas como la navegación por satélite, a priori Reino Unido abandonará el Proyecto Galileo. La intención del Reino Unido es trabajar para alcanzar “acuerdos apropiados” que estén en consonancia con “el interés mutuo”. Lo que está claro es que abandonará la Comunidad Europea de Energía Atómica (Euratom).

En relación a la política de ciencia, la UE considerará a Reino Unido como “un tercer país” para los programas y actividades y, “más adelante” se definirá el modelo de financiación.

La libertad de movimiento, uno de los puntos que más preocupaba al sector tecnológico, está garantizada hasta finales de 2020. Aquellas personas que establezcan su residencia podrán quedarse permanentemente si permanecen en el país durante al menos cinco años. Aunque, según la Royal Society, los investigadores que provienen de la UE apenas representan una quinta parte, habrá que ver si optan por quedarse en el país o buscar otro lugar otro país para continuar con su vida profesional.