El 49% de los trabajadores no se sienten cómodos admitiendo el uso de la IA ante sus jefes, por miedo a que se les considere incompetentes, perezosos o deshonestos. El 30% afirma no haber recibido formación en IA, ni haber aprendido o experimentado de forma autodidacta.
Las organizaciones simplificarán el uso de la IA, revisarán sus estrategias, reglas y modelos, y complementarán estas acciones con el uso de los grandes modelos de lenguaje y pequeños modelos de lenguaje especializados. También implementarán de manera integral todas sus modalidades para automatizar tareas rutinarias.
El 75% de los empleados estarían dispuestos a mantener sus dispositivos más tiempo si fueran conscientes de los beneficios medioambientales. El 76% de los portátiles de las grandes organizaciones pueden ser remanufacturados, y el 24% restante podría ser reacondicionado o reciclado.
Un 41% de las organizaciones carecen de una estrategia modulable, por lo que corren el riesgo de estancarse y de acumular una deuda técnica cada vez mayor. El 54,5% de ellas deben apostar porque ejecutivos y Juntas Directivas comprendan el valor de la modularidad, y el 50% deben de avanzar hacia la nube.
Además de la inversión, las empresas han dado a conocer una alianza para utilizar la plataforma de Pure Storage en la nube de CoreWeave, permitiendo a los clientes que requieren una escala y flexibilidad masivas en su infraestructura la capacidad de adaptarla y maximizar el rendimiento según sus propios términos.
Nueve de cada diez afirman que la IA generativa les ayuda en su trabajo de manera eficaz. El análisis de documentos es el principal uso que dan los profesionales legales a la inteligencia artificial, por encima de la producción de documentos y las búsquedas legales.
Los líderes la ven como una oportunidad para aumentar la productividad, mientras que los trabajadores la consideran un medio para mejorar la conciliación laboral. Un 83,33% de los trabajadores preferiría seguir realizando sus tareas manualmente, y solo el 26,33% utiliza IA en su trabajo.
A pesar de las crecientes preocupaciones por el gasto excesivo y un cambio hacia costosas inversiones en IA, solo el 13% de los líderes de TI citan FinOps como una prioridad. De hecho, el 68% dijo que sus unidades de negocio están comprando más SaaS y nube de lo que creen.
El 52% de las organizaciones en España consideran que la sostenibilidad es de "extrema importancia estratégica". El 44% tiene sus objetivos de sostenibilidad operativamente integrados, aunque solo el 5% construyen su estrategia y objetivos de sostenibilidad basados en datos concretos.
Si bien las empresas de servicios financieros han duplicado la adopción de al menos una plataforma de cloud, solo el 35% se muestra satisfecho con la reducción de costes operacionales conseguida, mientras que el 32% y el 20% lo están con la mejora de la escalabilidad.
Un 71% de la industria manufacturera y un 64% del sector financiero ya están formando a su personal. Los perfiles especialistas en IA sólo representan el 0,3% del mercado laboral en la actualidad, siendo estos mayoritariamente perfiles cualificados en matemáticas, estadística, informática o ingeniería.
Casi dos tercios de las empresas están empleando o probando soluciones para mejorar el desarrollo de productos, operaciones, gestión de la fuerza laboral y gestión de la cadena de suministro. Las restantes están realizando inversiones estratégicas en tecnologías como gemelos digitales, IA industrial o IoT.
El retraso en la implementación de estas inversiones podría reflejar que estas áreas están en etapas iniciales, lo que brinda a los CSO la oportunidad de asumir un rol proactivo. El 54% de los CSO afirmaron desempeñar un papel de apoyo, en lugar de un papel de liderazgo, en la definición de la estrategia de IA.
Los CIO necesitan que sus CxO trabajen juntos y colideren con ellos. En 2025, más del 80% de los CIO de EMEA planean aumentar las inversiones en ciberseguridad, IA/GenAI, inteligencia empresarial y análisis de datos. Solo el 14% priorizará la creación de una fuerza laboral tecnológica en toda la empresa.
Más de la mitad han reducido tanto las emisiones de carbono como la intensidad de las emisiones desde que se adoptó el Acuerdo de París en 2016. El 42% de los líderes empresariales esperan que la IA reduzca las emisiones, frente a un 27% que prevé que aumentará las emisiones a corto plazo.
Ambas tecnologías están transformando la gestión de gastos al permitir que las empresas analicen grandes volúmenes de datos en tiempo real, facilitando la identificación de patrones y tendencias que antes podían pasar desapercibidos. Esta mayor visibilidad sobre los gastos permite detectar áreas de mejora.
El 66% creen que los centros de datos aportan valor a través de oportunidades de empleo y el 62% que contribuyen al crecimiento económico en el área local. Los impactos negativos más seleccionados por los ciudadanos son el elevado uso de energía, la creación de residuos electrónicos y el uso del suelo.
La adopción de la IA y el uso de los datos podría generar un ahorro medio anual de más de 600.000 millones de euros en distintos sectores, y demostrar la viabilidad financiera de las iniciativas sostenibles. La inteligencia artificial ofrece un gran potencial para transformar el sector agrícola.
El 45% de las compañías del sector se sirve de la inteligencia artificial para la gestión de riesgos y ciberseguridad, y el 36% para marketing y ventas. Casi tres de cada diez ya emplean la IA para operaciones específicas, como el análisis de enfermedades y la fabricación y desarrollo de medicamentos.
Los CIO deben gestionar los beneficios de la IA como una cartera, y administrar los riesgos y las recompensas en toda esta cartera. También deben crear pruebas de concepto que prueben cómo escalarán los costes, no solo cómo funciona la tecnología, y nuevos enfoques para gestionar y proteger el acceso a los datos.